Energía, euforia, reducción de la ansiedad, tolerancia al cansancio y la fatiga, son algunos efectos momentáneos que produce una pastillas de éxtasis, también llamado pepa o tacha.
Además de crear dependencia, lo cual ya es terrible para cualquier persona, crea mayor propensión a padecer enfermedades de demencia, como el Alzheimer.
Así lo señala la psicóloga Janeth Carballo Mansiglia, especialista en Desarrollo Personal y Familiar, orientadora de diplomados, talleres, y veedurías, sobre adicción. A lo mejor empujados por esto y por la influencia de sus amigos, muchos se atreven a probarla sin saber que lo que le sigue, es la adicción y la propensión a la demencia. Según el neurocirujano, Ruben Sabogal “el éxtasis es una anfetamina sintética, que es psicoestimulante y por tanto, produce inicialmente un estado de bienestar y alerta en quien la consume, para luego generar adicción a la sustancia”. “Es de sabor amargo y genera un estado que pone a la persona en contacto con sus sensaciones, sentimientos, percepciones y sufrimientos, y puede exteriorizarlos. Da una sensación subjetiva de abrirse emocionalmente e identificarse en forma afectiva con otras personas”, agrega Janeth Carballo Mansiglia. Carballo señala que en ocasiones, los comprimidos de éxtasis contienen otras sustancias activas como la cafeína, efedrina y ketamina, lo cual se diferencia con los colores y diseños utilizados en su fabricación. Explica que otros efectos producidos al momento de su consumo, los cuales se deben a la afección que el éxtasis causa en los niveles normales de serotonina, son: arritmia e hipertensión, pérdida de apetito, resequedad en la boca, sudoración, sobrestimulación, insomnio y deshidratación. Este último lleva a que muchas veces se consuman grandes cantidades de agua, mientras pasa el efecto. “En altas dosis el éxtasis puede provocar ansiedad, pánico, confusión, psicosis, alucinaciones visuales o auditivas, nauseas, vómitos, temblores, hiperactividad motora, escalofríos, deshidratación severa, problemas cardiacos e insuficiencia renal aguda, que llevan a la muerte”, añade la Psicóloga. Cuando el efecto pasa… El momento de energía se va, y el agotamiento queda, cuando pasan los efectos del éxtasis. “Una vez que los efectos de la droga desaparecen, llegan síntomas como la resaca, que generan depresión y dura varios días. Si se sigue consumiendo se afecta la memoria. Además la persona se siente agotada, con fatiga e inquieta, y puede haber riesgo de abuso y dependencia”, afirma Carballo. Las profesional añade que la duración del efecto del éxtasis se da, dependiendo del número de pastillas que se consuman. “Si se consume una, su efecto puede durar unas cuantas horas, pero si se acompaña con mucho líquido, éste ayuda a eliminar más rápido la sustancia”. A un paso de la demencia… Las anteriores son solo consecuencias que produce el consumo de éxtasis a corto plazo, pues las secuelas futuras van mucho más allá de la resaca y el agotamiento. “Afecta el corazón (por la arritmia que produce), los pulmones, puede haber insuficiencia renal aguda e hipertensión, y hay riesgo de llegar a la muerte. En el área psicológica, ataca el estado emocional, la capacidad de percibir, la memoria, genera confusión y luego lleva la depresión, sostiene Janeth Carballo. El neurocirujano Ruben Sabogal indica que, “además de producir adicción, lo cual ya es terrible para la salud de cualquier persona, genera cambios en la conducta normal por una conducta errática, además de la pérdida de memoria, lo cual aumenta la propensión de llegar a una demencia. El Servicio de Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, define la demencia como “una pérdida de la función cerebral que ocurre con ciertas enfermedades y afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento”. Señala que, “la mayoría de los tipos de demencia son irreversibles (degenerativos), lo cual significa que los cambios en el cerebro que están causando la demencia no pueden detenerse ni devolverse. El mal de Alzheimer es el tipo más común de demencia”. Jóvenes, los que más caen… La experiencia de la psicóloga Janeth Carballo, le permite señalar que, “esta sustancia es apetecida por los adolescentes para engañar a sus padres sobre el no consumo del alcohol y poder llegar sin tufo a sus casas”. Por esta razón, señala que es indispensable que los padres aprendan a identificar los cambios en los comportamientos de sus hijos. ¿Cómo reconocer cuando una persona ha consumido éxtasis?- Su comportamiento habitual cambia, es decir, si es alguien tímido, tiende a mostrar conductas de euforia, alegría, habla mucho, no teme acercase a otras personas, se siente omnipotente y no se cansa.
- La pupila se dilata inmediatamente su consumo.
- En bares y sitios de rumba, el consumidor no se cansa fácilmente de bailar y saltar.
- Después del efecto, el consumidor sufre mucha resaca, irritabilidad y hasta depresión.