A principios de año señalábamos el debut de Dry The River como uno de los lanzamientos destacados de marzo. El quinteto londinense había dejado las cosas claras con su EP Weights & Measures y empezaba a crecer el hype, una tradición en tierras británicas. La diferencia es que en vez de compararles con The Vaccines o Kasabian, su mezcla de folk y rock les acerca a The Antlers (a los que han teloneado) y a Beirut por la similitud en la voz que tiene Peter Liddle con Zach Condon; comparación algo osada para mi gusto pero sí es cierto que el señor Liddle tiene buena voz.
Shallow Bed es un buen debut donde saben mantener la intensidad durante las doce canciones, a veces más folk, a veces más rock pero siempre directos y firmes. Lo que empieza frágil y delicado acaba grandilocuente y épico en un viaje que no para de emocionar.
Aunque en ocasiones parezca que se pierden en melodías que no van a llegar a nada, Dry The River saben reconducir la situación para llegar a buen puerto. Así, estos muchachos se empiezan a forjar un futuro gracias a Shallow Bed que ya apuntaba maneras y ahora es una realidad.
“No rest…”