Este es el titulo de un interesante libro, de Gary Antonacci, que muestra cómo la anomalía del momento puede batir al mercado, de modo consistente, en plazos largos.
El momento es la persistencia de los retornos; de alguna manera, el momento es la velocidad que adquieren las tendencias, tanto alcistas como bajistas.
Cuando existe un momento alcista o bajista, se tiende a continuar en la misma dirección. Incluso aunque haya llegado a cotas muy altas o muy bajas, es más probable que el valor siga subiendo o bajando.
Por tanto, hablando de plazos largos, es mejor seguir la corriente de un valor, que pelear contra el.
Como suelen decir los seguidores de esta teoría, “un caballo es más fácil de llevar siguiendo la dirección en la que esta trotando”
Hay dos modos de aplicar el momento a la hora de hacer inversiones: el momento absoluto y el relativo
EL momento absoluto se aplica simplemente observando la rentabilidad de un activo cualquiera a lo largo de un período de tiempo que normalmente es entre 6 y 12 meses.
Si el activo tiene una rentabilidad mayor que los activos sin riesgo, tipicamente las letras del tesoro, ese activo tienen momento absoluto positivo.
Si es menor que las letras, pues momento absoluto negativo.
El momento relativo compara las rentabilidades pasadas de varios activos, seleccionando en cada momento el activo que tenga mayor rentabilidad.
Esta aproximación a la inversión de largo plazo es muy resistente: al estar siempre invertido en los activos más rentables, minimizamos el riesgo.
A lo largo de los años, ha habido muchos gurús de bolsa que, habiendo acertado en un importante giro de mercado y seleccionado ciertos activos rentables, se han hecho famosos de la noche a la mañana. Pero que pasados unos años, han perdido la fama por no ser capaces de acertar en las siguientes crisis.
Y es que, al haber tantos analistas prediciendo lo que va a pasar mañana en la bolsa, siempre aparece alguien que acierta con precisión. Pero es difícil que se mantengan en el tiempo.
En cambio la sencilla técnica del momento, que siempre invierte en lo mejor, tiene persistencia a largo plazo.
De hecho, existen estudios que muestran que la rentabilidad de elegir activos con momento se viene produciendo desde comienzos de siglo XIX.
El momento relativo tienen más riesgo que el absoluto. Al seleccionar el activo más rentable, o con menores pérdidas, tiende a asumir más riesgo.
El absoluto, que conmuta entre letras del tesoro y acciones, se mantiene en general siempre en positivo.
Pero ambos tienden al alza.
Aplicando momento absoluto al SP500
Si queremos autilizar este modo de invertir con acciones, usaremos el indice SP500, o su ETF (el SPY).
De este modo, cada primero de mes comprobamos si el SP500 ha obtenido más rentabilidad en los últimos 12 meses que las letras del tesoro de corto plazo
Si el SPY supera al dinero sin riesgo, invertimos en él. Si ha obtenido menor rentabilidad que las T-bills, vendemos y compramos las letras.
Podemos usar el Barclays aggregate Bond index, (BNDS o AGG) un índice que replica las letras de corto plazo y que desde que salió en 1976 se ha mantenido estable en todas las crisis.
Y asi, todos los meses comprobamos quien gana. Mientras el mercado no supere a las letras, nuestro dinero estará a salvo en renta fija.
Esta rentabilidad durante 40 años está calculada por el autor, e incluye dividendos y no incluye impuestos ni comisiones
La rentabilidad del momento es superior al propio índice, a los bonos, y a una combinación de 70% renta variable. 30% renta fija. Y con menor volatilidad.
Es muy interesante, porque el momento absoluto es una inversión absolutamente sencilla.
Sin embargo, este estilo de inversión no nos va a evitar las caídas en momentos de pánico, como el de 1987, porque su naturaleza tendencial reacciona con lentitud a los crashes bursátiles.
Pero por otra parte, en muchas ocasiones nos va a salvar de vender mal, puesto que las caidas muy rápidas suelen ir seguidas de rebotes potentes.
Usando el momento relativo
La alternativa al momento absoluto es el relativo, donde comparamos varios activos.
En este caso, vamos a comparar dos activos: las acciones americanas, representadas por el SP500, y las acciones del resto del mundo.
Las acciones del resto del mundo son el índice All country World Index (el MSCI ACWI) en su version sin EEUU: “ACWI ex-US”. El ETF de éste último es el ACWX
Cada mes, elegiremos el activo que más rentabilidad anual haya obtenido:
El momento relativo vemos que es una décima más rentable que el absoluto contra el SP500.
Sin embargo, esa mínima ventaja viene acompañada de una racha de pérdidas muy superior. Con lo que realmente no merece la pena.
Sin embargo, a pesar de tener peor ratio rentabilidad/riesgo, el momento relativo es más utilizado por profesionales que el momento absoluto.
El momento Dual
Y ahora llegamos al “momento dual”, una combinación muy sencilla de las dos estrategias anteriores.
Para utilizarlo, cada mes comprobaremos cual de los dos activos ha tenido mayor rentabilidad anual, el SP500 americano, o la renta variable del resto del mundo, el ACWI ex-us.
Tras comprobar cual de las dos rentas variables ha ido mejor, comprobamos que supere a la rentabilidad de los bonos.
Si no es asi, compramos bonos.
Y si la renta variable supera a los bonos, pues compramos la renta variable, la que mejor haya ido.
Por eso esta técnica se llama dual: combina la ventaja del momento relativo, al comparar dos tipos de rentas variables, EEUU y el resto del mundo (que incluye economías avanzadas, pero también emergentes), y la ventaja del momento absoluto, que se refugia en bonos sin riesgo en caso de que todo vaya mal.
Los resultados:
En un histórico tan largo como 40 años, vemos que todas las técnicas “momentum” son rentables.
Pero la rentabilidad del momento dual supera con creces a todos, teniendo además menor volatilidad.
Es importante orientarse al largo plazo.
Todos los detalles de esta estrategia las puedes encontrar en el libro de Antonacci.
Sin embargo, quiero recalcar de nuevo que esta técnica no nos va a salvar de las correcciones de mercado, incluso aunque sean fuertes.
Y por eso, puede tener años en pérdidas; si bien la inversión en bonos seguros evita que las pérdidas sean muy fuertes.
Y en plazos cortos, de 1 a 2 años, es posible que no bata al mercado.
Pero en cuanto pasa un poco el tiempo.. se ve su fortaleza.
Aqui se aplica el dicho de Buffet “El paso del tiempo es amigo de los buenos negocios, y enemigo de los malos”
Asi que me parece una estrategia muy correcta.
Eso si, estos últimos años parece que su rentabilidad no es muy alta. Los actuales tipos de interés tan bajos le quitan rentabilidad.
Pero sigue batiendo al mercado. Y sigue pareciendo rentable y segura.
Que te parece, ¿no es interesante?
¡Espero tus comentarios!
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