El paso por la isla del representante Rodney Davis, republicano por Illinois, ha vuelto a traer a colación en los medios el problema de la dualidad monetaria; después que al regresar a Estados Unidos diera una conferencia de prensa anunciando que autoridades cubanas le habían comunicado que la unificación tendría lugar en un mes.
Es por todos conocido que desde el año 2011 quedó plasmado en el Lineamiento 55 del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, lo relativo a la política cambiaria. Al igual que la casi totalidad de los aspectos que trata este documento, se hace un esbozo del problema nada concluyente y mucho menos con fecha de cumplimiento.
El régimen percibe a la perfección que uno de los problemas que tiene frenada la inversión extranjera en el país es la dualidad monetaria, por lo tanto el hecho que no se haya terminado con ella indica que es algo bien complejo y que requiere de rigurosidad en todos los pasos que se tomen antes de que esto suceda.
Hasta el momento, pocos elementos se han visto que aseguren que se trabaja en esa dirección. Se puede citar la introducción de billetes de alta denominación; la posibilidad de adquirir productos en las llamadas “shoppings” (tiendas en divisa) en las dos monedas, que incluye el que en estos momentos se marquen los productos con los dos precios y la reducción de las Casas de Cambio (CADECA), entre otros.
Cuando se analizan estos pocos pasos dados hasta ahora, se permite pensar que la estrategia a seguir será realizar el cambio de forma gradual; aunque no hay información oficial de cómo se va a resolver la dualidad monetaria.
En el mes de mayo se publicó en la Revista Primavera Digital una información sobre un estudiante universitario que aseguró que Marino Murillo Jorge se había reunido con un grupo de ellos en la Universidad de La Habana, y había afirmado que en diciembre de este año se produciría el cambio. No obstante explicaba el educando que antes habría que variar dos veces la tasa entre el peso y el CUC (peso convertible). Primero la reducirían a 17 por uno y con posterioridad a 12 por uno. Pero como se sabe, nada de esto ha sucedido.
Son muchos los factores que deben mejorar para que esto pueda acontecer sin que traiga una sacudida social, que es algo que el régimen trata de evitar por todos los medios.
Habría que comenzar por explicar, sin que el orden sea por importancia, que en estos momentos hay un gran desabastecimiento en las tiendas, al igual que en el mercado agropecuario y que no se ha logrado el incremento de la productividad del trabajo y mucho menos la efectividad de los mecanismos distributivos; sin mencionar los bajos salarios.
Las empresas no están preparadas desde el punto de vista de los controles para llevar a cabo este tipo de cambio. El régimen emitió un documento el 6 de enero de 2014, que se publicó la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 12; extremadamente complicado, para orientar a las entidades estatales la forma de registrar el evento estableciendo “el día cero”, pero sin hacer referencia a fecha alguna. Hasta el momento no se ha vuelto a hacer mención a estas instrucciones.
No obstante hay que recordar que cuando se hizo el anuncio de la unificación de la moneda, se calmaron los ánimos diciendo que nadie iba a perder dinero con el cambio y Raúl Castro se ha encargado de repetirlo en varias ocasiones. No obstante, nadie sabe que tiene el régimen debajo de la manga.
En estos momentos son tantas las necesidades y las penurias por las que está pasando el pueblo, que no hay tiempo para pensar en el cambio de moneda y mucho menos dinero por el cual preocuparse. Conversando con algunas personas en la calle, de diferentes formas expresan lo mismo, algo así como: ¿Y a quién le importa eso?
El chofer de un taxi me confesó, cuando le hice mención del tema, que su hermano había cambiado todo su dinero en dólares para preservarlo, y después lo volvió a convertir en CUC, porque se convenció de que por el momento no iba a haber tal unificación.
De lo que no queda dudas es que la doble moneda colma de un peso indeseable a la economía nacional y es un freno a la posibilidad de desarrollo del país, en particular a la llegada de capital fresco. Todo el que tiene conocimientos macro económicos, seguro que apuesta porque no se puede realizar la unificación monetaria en estos momentos; pero, no obstante el secretismo estatal al que estamos acostumbrados, pudiera darse alguna sorpresa, ya que ellos se han caracterizado en estos 56 años por ser impredecibles.
Fuente: CUBANET