Revista Cultura y Ocio
"Pertenece a la cada vez ya más rara estirpe de los escritores cultos, literarios. Y asiste todos los días conmovido al espectáculo de ver cómo la rama noble de su oficio -editores que todavía leen y a los que les ha atraído siempre la literatura- se van extinguiendo sigilosamente a comienzos de este siglo. Tuvo problemas hace dos años, pero supo cerrar a tiempo la editorial que a fina de cuentas, aún habiendo alcanzado un notable prestigio, marchaba con asombrosa obstinación a la quiebra."
Echando un vistazo a mi biblioteca virtual, no he podido evitar darme cuenta de que apenas traje a Vila-Matas. Imperdonable teniendo en cuenta las horas de placer que me ha proporcionado su lectura y en algunos casos relectura. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Dublinesca.
Conocemos a Samuel Riba, ex editor. Su editorial ha caído porque ahora los tiempos que corren están marcados por los superventas y no por la calidad de antaño. Deprimido ante su nueva situación se va con tres amigos escritores a recorrer el Dublin de Joyce, un poco como homenaje a éste, un poco como búsqueda y también como despedida de una época literaria.
Quizás no sea sólo que haya pensado que no era justo haber traído más libros de Vila-Matas, o que me gusten sus formas, su ironía, sus gustos que deja patentes... quizás sea también que dentro de esta moda que hay de leer libros que versen sobre libros, no nos solemos acordar de este autor. Porque los libros de Vila-Matas hablan sobre literatura, sobre libros, dan fechas, citas, ideas. Y no necesitan ser metaliteratura solamente aunque se adentren en ella. Mezclan experiencias con pensamientos y ficción para crear un universo particularmente atractivo para el lectora empedernido. Y eso hace también en Dublinesca al que, por ponerle un punto discordante, diré que el final no fue totalmente de mi agrado.
Siempre es un placer leer a Vila-Matas. Es difícil no acabar haciendo como propias sus reflexiones y, lejos de compadecer a Ribas por su estado de ánimo, lo hacemos propio asistiendo al cambio y recorriendo su trayectoria durante los tres meses que dura la obra. Aparece Ulises, claro, pero también Auster o Becket y tal vez por contarse entre mis nombres preferidos, disfruté tremendamente con esta suerte de homenaje salpicado de cine y música. Reflexiones sobre un cambio hacia lo digital que ya tenemos encima, literatura, ciudades interesantes, más literatura... constituyen los ejes de una novela con unos personajes cercanos a los que pronto podemos tutear sin problemas. Incluso Riba nos parece simpático dentro de sus rarezas. Es cierto que es un libro que de disfruta más si uno ha leído Ulises, pero el tema es absolutamente irresistible. En realidad cualquiera del autor que roce estos derroteros lo es ya que ha conseguido convertirse en una voz discordante capaz de hablar del panorama literario actual sin pelos en la lengua.
Si aún no habéis descubierto a Vila-Matas, os recomendaría acercaros al autor, anticipo que será un placer. Tal vez no con Dublinesca, pero tiene muchos títulos para elegir. Por ejemplo, Aire de Dylan.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias