Yo tenía 19 años cuando se aprobó la Constitución, pero no pude votarla porque era menor de edad. Aquella minoría de edad no evitó que yo tomase conciencia del mundo en el que vivía y de alguna de las características de la sociedad que me rodeaba. Han pasado más de 30 años y a veces me pregunto si realmente debo alegrarme con el cambio.
En materia económica nos encontramos con una institución, el Banco de España, a la que los legisladores postconstitucionales han puesto por encima del bien y del mal. Pero la crisis económica nos ha demostrado que estos bancos centrales son posiblemente la institución que ha actuado de la manera más torpe e incapaz. ¿A qué juegan? ¿Hasta cuando jugarán? Basta comprobar cómo han aumentado las desigualdades entre las rentas del trabajo y del capital, o entre las ganancias de las grandes empresas y la triste situación de miles de pequeñas y medianas.
Otra importante cesión de soberanía se produjo a favor de la Unión Europea. Parecía necesario, se nos vendió la panacea de la moneda única. Llegamos a aprobar en referendum una Constitución Europea que otros ciudadanos europeos rechazaron de plano. Ahora resulta que todo esto está en tela de juicio porque hay dos clases de países, unos más ricos y otros más pobres ¡que descubrimiento!
Mayor estupor causa la escandalera que se ha montado en un solo día con el asunto de los controladores aéreos. Y no puedo dejar de preguntarme si es constitucional otorgar el control del espacio aéreo a un militar. Pero Pepiño Blanco no da puntada sin hilo y, mira por dónde, con el despliegue del Ejército del Aire en los aeropuertos ha conseguido que se ovlide la eliminación de la ayuda de 426 euros. Mientras algunos hacen cola para facturar sus maletas, medio millón de parados irán de la cola del INEM a la de Cáritas.
Uno de los pilares de las constituciones democráticas es la separación de poderes. O por lo menos, eso creíamos hasta que se han conocido las filtraciones de Wikileaks, porque lo que ahora sabemos es que jueces y fiscales de la Audiencia Nacional se bajaron los pantalones ante los diplomáticos estadounidenses. La última entrega de Wikkileaks sobre líderes puteros y jueces asequibles ha hecho que nos olvidemos de la primera entrega: asesinatos en masa, saqueos de paises y matanzas de gente inocente.
Siguiendo con el derrumbe de la separación de poderes, muchos internautas están ahora mismo sintiendo lo mismo que cuando un niño se entera de que los Reyes Magos son los padres. La "Ley Sinde" (contra las descargas en Internet), no fue inspirada por ningún nacional, sino impulsada y dirigida desde EE.UU. y su industria discográfica. Vale, acepto estas intromisiones si a cambio me dejan votar en las próximas elecciones presidenciales de los EE.UU. ¿qué menos?
Con el edificio constitucional en plena demolición, los corruptos instalados en la calle Génova sonríen de oreja a oreja. Como dice Kabila, ahora se ha levantado casi la totalidad del sumario, y todavía hay más pruebas de que Gürtel era una trama en la que además de numerosos cargos peperos, constituía la principal fuente de financiación del PP (comisiones ilegales, blanqueo de dinero, etc.), pero las encuestas les dan ventaja y Rajoy se limita a esperar a que le llegue el turno.
¿Para todo esto necesitábamos una Constitución? Seguramente gracias a ella puedo haberme enterado de tanta barbaridad y, lo que es más importante, pueda dar mi opinión libremente, que es lo que no podía hacerse en los años de la dictadura. Por eso hoy, quizás más que nunca, ¡viva la Pepa!
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