- ¿Vuestra organización compite con el resto del mercado a base de más y más productos?
- ¿Vuestra estrategia de marketing se basa en publicitar “mira lo bueno que soy y lo grande que soy” buscando un efecto de emulación entre los clientes más que en “te doy lo que necesitas”?
- ¿Vuestra acción comercial, la manera de realizar la venta de vuestra oficinas, tiendas y comerciales, copia a otros competidores o no hay prácticamente diferencias?
- ¿Vuestra organización “satura” al cliente a ofertas, servicios, con un planteamiento complejo que le hace dudar no entre alternativas sino de nuestra propia alternativa?
- …
Si alguna de estas respuestas es sí…entonces parece que la necesidad (u oportunidad) de innovar es clave en vuestra organización, por ejemplo…
- Innovando en la propuesta de valor (o más bien simplificarla para que el cliente la entienda y no la confunda con el porrón de soluciones que le ofertáis).
- Innovando en el marketing y en la manera de hacer la aproximación comercial a los clientes por parte de los gestores.
- Innovando en la manera de captar la atención del cliente y, poco a poco, ir generando su interés en nuestra propuesta.
En definitiva…¿Qué es mejor, ser diferencial o más competitivo?…Obvio, las dos cosas de manera compensada, o mejor dicho, conscientemente compensada. Esto es lo primero a abordar en una estrategia de innovación: hasta dónde queremos llegar…ser muy disruptivos, “romper el mercado”, a base de la asunción de más riesgo…o ser más conservadores apostando por la competitividad a costa de menores cotas de diferenciación. Difícil responder si no tenemos claro los dos conceptos…
Me temo que nuestros dos amigos competidores del video apostaron los dos por la competitividad a base de “más madera”…¿quién ganó?
(Dedicado a los partidos políticos y sus sugerentes y sencillos programas electorales, ahora que en España estamos de elecciones)
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