A punto de ser padre, Peter debe abandonar su viaje de negocios en Atlanta y partir cuanto antes de vuelta a Los Ángeles. Sin embargo, nada sale según lo previsto cuando de camino al aeropuerto se topa con Ethan Tremblay, aspirante a actor que provoca que impidan a ambos subir al avión. Sin ninguna otra alternativa, Peter se verá obligado a cruzar medio país en coche junto a Ethan con tal de ver nacer a su hijo, si es que su compañero de viaje se lo permite.
Después del rotundo éxito de The Hangover, el director Todd Phillips regresa con una nueva comedia: una road movie heredera de la magnífica Huida a medianoche en la que dos personajes totalmente opuestos deberán aprender a convivir y tolerar sus diferencias para hacer frente a los obstáculos del camino y llegar a su destino, como ya les sucediera a la memorable pareja formada por Robert De Niro y Charles Grodin. Al contrario que la mencionada The Hangover, Due Date no se basa en los giros argumentales, sino que se trata de una sucesión de situaciones cómicas que acentúan el contraste entre sus dos arrolladores protagonistas.
La labor de los actores Robert Downey Jr. y Zach Galifianakis es sin duda el aspecto más logrado de la película. El primero continúa encadenando papeles con tintes cómicos como los de Iron Man, Tropic Thunder o Sherlock Holmes (siempre bajo la producción de su mujer Susan) en los que tiene ocasión de desplegar sus dotes interpretativas, tal y como sucede en el caso de Peter, un exitoso arquitecto que poco a poco aprenderá a escuchar a los demás. Su contrapartida, Ethan, brinda a Galifianakis una nueva oportunidad de interpretar a un personaje excéntrico: un aspirante a actor con extrañas manías acompañado por su inseparable perro. Sorprende la profundidad y humanidad que adquieren estos dos personajes, pues en el fondo ocultan más de lo aparentan a simple vista.
Al igual que en la reciente Date Night, la película cuenta con cameos de actores como Jamie Foxx, Michelle Monaghan, Juliette Lewis, los protagonistas de una conocida serie televisiva o del propio director, aportando un aire desenfadado a la cinta que la convierte en una comedia con la que reír a gusto, alejada de repetitiva y pobre fórmula de la saga que termina en Movie. Carcajadas garantizadas.