Continuamos hablando de las fases del duelo y como las viví, si no has leído la entrada anterior Duelo I: Fase de negación/es verdad te aconsejo que comiences por esa.
La segunda fase es la de la ira, de la búsqueda de culpables, de porque me ha tocado a mi… Es una fase que no sé cuando termina la primera y empieza la segunda. En nuestro caso más o menos las pasamos a la vez.
En esta fase recuerdo impotente las palabras de mi mujer muy a menudo “¿por qué? Si lo hice todo bien”, yo sabía que era un accidente, que estaba con las hormonas revolucionadas, había sido madre y su cuerpo estaba cambiando para cuidar de un bebé… Un bebé que ya no estaba con nosotros. Yo me sentía impotente, lo único que podía hacer era abrazarla, darle besos, acariciarla y decirla que juntos lo superaríamos… En esos momentos pensé que sería más fácil, y que por lo menos nos teníamos el uno al otro.
Nosotros no culpamos a los médicos porque llegamos ya tarde, pero si hubiese ocurrido estando en el hospital estoy seguro que también entrarían dentro del saco… Siempre que nos pasa algo malo necesitamos buscar culpables y cuantos más mejor.
En mi caso como Católico que cree en un Dios amor, tenía mi mayor culpable… Como un Dios bueno que quiere a sus hijos permite que una pareja pase por tanto dolor, como puede permitir una muerte tan dura a un bebé al que ni le ha dado la oportunidad de nacer, crecer y poder ver si llegaría a ser bueno o malo. Para mi esto no tenía sentido… ¿De qué había servido rezar tanto para que saliese todo bien? Lo único bueno de tener fe, es que pensamos que está en un sitio mejor con personas que nos querían mucho y se encargarán de cuidarle.
Aquí empecé a tener ayudas de varias personas, que no habían pasado por lo mismo pero si habían vivido otros tipos de duelo… Infertilidad, diagnostico a su hij@ de algún trastorno/enfermedad y otras personas que entendían lo que es el duelo y que respetaban nuestros ritmos, decían palabras que realmente ayudaban. No las frases que tanto duelen por muy buena intención que se tenga. Si por desgracia has pasado o estás pasando por esto, seguro que te vienen un montón a la cabeza y lo que pueden llegar a doler… Un abrazo o un silencio muchas veces ayudan más.
Nos quedamos un tiempo parados en este camino, necesitábamos descansar y continuar asimilándolo.
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