Todos los años me pasa lo mismo, siempre digo que para la próxima voy a hacer un montón de cositas navideñas, pero al final el tiempo me cae encima de sopetón, me lío con otras cosas y cuando quiero darme cuenta estamos comiendo turrón. Así que he decidido tomarme un kit kat y hacer estos tres duendecillos tan chisposos, para Laura, para Sara ,y para mí, ¡¡esta vez me ha tocado!!
No me digáis que no están graciosos ahí tan sentaditos los tres, aunque un poco enfadados, eso sí, porque no se quieren separar, pero es lo que hay...cada mochuelo a su olivo.
Y arbolitos de estos ya llevo unos cuantos, y el último que hago siempre digo que es para mí, pero al final siempre se me escapa, pero este no, este ya sí que se queda en casa, más que nada porque me lo han "prohibido" mi marido y mi hija quieren este y no otro, pues ...adjudicado.
En la foto no se distingue bien, la tela es negra y dorada, me parece muy fino y elegante.
Y como en casa es tradicción poner el arbol y el belén el día ocho, ayer nos pusimos a ello, y aprovecho estas fotos de como ha quedado para desearos unas felices fiestas
Este Misterio lo pintó Laura cuando tenía unos nueve años, siempre ha destacado con los pinceles.
Ya queda poco para terminar este año que seguro que habrá sido bueno para algunas y no tanto para otras, pero a todas os deseo que el próximo sea mucho mejor.