En nuestros días, algo tan superfluo, está desarrollándose un “milagro” con los estudiantes de Medicina que están organizando sesiones, reuniones y jornadas sobre medicalización, excesos de la prevención, creación de enfermedades, sostenibilidad del sistema sanitario, abusos de la medicación, relaciones con las industrias y demás. Se les ve en toda la geografía; por ejemplo, de Madrid a Bilbao, de Albacete a Oviedo y de Granada a Lérida, pasando por Zaragoza, por ejemplo.
“Van por su cuenta, sin patrocinio ni soporte industrial/comercial alguno, agrupados en IFMSA-Spain y Farmacriticxs. En general cuentan con la tolerancia-admiración de profesores y facultades, pero todo no puede ser un camino de rosas. En la Facultad de Medicina de Granada han encontrado rechazo, que se expresa en la negación del uso de locales los fines de semana (sus reuniones suelen aprovechar festivos y puentes, gozan de asistencia entusiasta y cuotas de inscripción de cinco euros cuando mucho). En dicha Facultad hay un Plan de Contención del Coste que conlleva el cobro del uso de los locales universitarios en días no docentes; pues ni pagando.
Los ponentes (todos) de la jornada sobre medicalización, “Dueño de mi salud“, celebradas en Granada del 25 al 27 de marzo hemos escrito una carta abierta al Decano, que copio al final. La hemos enviado también al Rector de la Universidad, al Gerente de la misma, al Alcalde de la ciudad y al Presidente de la Diputación, entre otros ([email protected], [email protected], [email protected], [email protected], [email protected]). Las autoridades no universitarias son importantes pues en Granada existe un fenómeno, el botellón (reuniones juveniles espontáneas, multitudinarias, nocturnas y callejeras, con consumo de ingentes cantidades de alcohol), que pretenden combatir con medidas policiales…¡mientras cierran las bibliotecas y los espacios universitarios! En fin”.
Esta es una llamada del médico comprometido Juan Gérvas, que vuelvo a recordar que es colaborador de este blog, a enviar corteses correos electrónicos a las autoridades para que presten más atención a la cultura crítica estudiantil, al pensamiento crítico que tanta falta hace en nuestra sociedad y en el ámbito de la salud en particular.