Bueno, veamos, sobreviví al finde, con mis retoños, los padres ni a placé, sola yo contra el mundo o a favor del mundo, o como sea que me toque estar con el con los niños, pero sola de adultos a la vista. Sobreviví a cumpleaños, san valentín, finde y la mar en coche, seré insistente llegué a la noche del martes. Es decir, si mi reloj biológico no me falla y el que rige al resto de los mortales, al menos con horario argentino, tampoco, hoy a la noche. Considerando que mi hijo no duerme siesta, la madre, menos porque, obviamente, trabaja, cómo hago para que se duerma. Si llego desesperada para que no me cierre el lavadero porque está toda mi ropa adentro, la de mañana y las sábanas más alguna de media estación que de apuro despache en vista del cambio de temperatura. A hacer las milanesas y el pure, obviamente que milanesas hechas por el carnicero, los finde las hago yo, y el puré de esos que se hacen en 1,2,3, listo ya, la comida para el gato, pasarle un trapo a toda la casa, cenar con las criaturitas de Dios, y convencerlos de que mañana no es feriado, aunque sea carnaval. El más chico parece la publicidad de cierta pila que la da vida a un conejo más allá de lo previsible. cuando millones de conejos se desmayan del agotamiento, el solito, sigue, sigue, sigue. Bueno mi hijo es igual, al cuento nunca llegamos, porque pobre es frustrante, en cuanto pare en las penumbras, me duermo yo y el sigue contando el cuento por mí, para él y dicho sea de paso para mí. con lo cual, ambos sabemos que se me atrasan los post, las notas, el cuento para tallar, lavar los platos (que mañana se convierten en una montaña), planchar, limpiarme con crema la cara, bañarme y por si las dudas me sobra algún minutillo por ahí, leer algún par de buenas líneas. Para que el inconsciente se nutra de algo positivo y buena literatura. Agradecer por los dones otorgados, el techo, la comida y las buenas cosas de la vida. Conclusiones, los tres nos pusimos en un común acuerdo el que más enérgetico está dice los buenos deseos de la noche, inventa un cuento o historia y canta algúna canciosita suave para que los menores marchen a la cama y mamá haga lo que tenga que hacer un poco más contenta.