Brillos afantasmados en el Paseo de los Arqueros de Eburia. Foto: AJR, 2017.
(Para “AdelC”, compañero de juegos,
por la obra en marcha).
Posada en la penumbra, la palabra
que busca compartirse es una lumbre
de dos en compañía, una techumbre
contra el frío de ahí fuera. La voz labra surcos de luz y sombra con la traba-
zón del son si, en el foso o en la cumbre,
el sol de cada día trae una azumbre
para calmar la sed. Y la más brava memoria de los usos de la Aldea
que llevamos adentro es la caricia
del bucle melancólico y la bruma. En esta oscuridad o en la pelea
por decir lo imposible, la pericia
no cuenta nada. Y lo demás, espuma. (Posada en la penumbra, la verdad
es eso que nos dicta la amistad.
Y, verbo al sol, la luz que nos alumbra
es la amistad posada en la penumbra).