Hace ya tiempo inicié una serie de entradas sobre tiendas y establecimientos de Budapest que me encantaban a la hora de darle al dulce. La capital húngara, al igual que el resto del país, es una ciudad muy golosa, amante de las tartas, los pasteles y todo lo relacionado con el azúcar. Además, estos meses de oscuridad y frío son la mejor época para los planes "de interior". La entrada de hoy es por partida triple, con tres sugerencias más: los deliciosos macarons de Chez Dodo, los tés y muffins de Luis Teaház, y los helados de sabores imposibles de Fragola.
Chez Dodo
No sé si tiene los mejores macarons de Budapest, porque es casi imposible probarlos todos, pero desde luego me atrevo a decir que los de aquí son excelentes. La tienda está muy cerca de la basílica de Szent István. Los precios son algo elevados, en torno a 1 € por cada macaron, que apenas son dos bocados, pero merece la pena darse un día el capricho. Hay de muchos tipos y los hacen de manera artesanal constantemente, allí mismo, junto al mostrador y el escaparate, por lo que no hay trampa ni cartón. Se pueden tomar allí con un té o café en una de las escasas mesas que hay en este pequeño local, o pedir para llevar (o para regalar en una cajita). La dirección es Sas utca 7.
Luis teaház
Es uno de los grandes descubrimientos de mi antiguo y querido barrio, Újlipótváros, el distrito XIII de Budapest. Una pequeña tienda llena de detalles decorativos para hogar y decenas de tipos de té para comprar o tomar allí mismo. El paraíso de los amantes de esta bebida. Además también tienen muffins caseros deliciosos. El local es diminuto y apenas hay una mesa, pero casi siempre está libre porque la mayoría de gente compra cosas para llevar. La pena es que es una tienda, no una cafetería, y su horario incluye domingos y tardes de sábado cerrados, aún así merece la pena venir aquí. Está en Hollán Erno 14.
Fragola
The last but not the least es Fragola, una franquicia de heladerías muy curiosa y famosa por sus sabores extraños e imposibles con las cremas heladas. Los precios son algo elevados y las bolas relativamente pequeñas, pero lo compensan sus curiosos sabores. Algunos ejemplos: cavernet sauvignon, vino aszú de Tokaj, queso gorgonzola con piñones, bayas de espino cerval, galletas de chocolate, nutella, gengibre, tarta de queso, lavándula con limón o higo con caramelo. ¡Como para no probarlos! En Budapest hay varias tiendas por toda la ciudad: Nagymező 7, Károly körút 3, en Pozsony utca, así como en Buda en Csévi út 7.