Ilustración Man Yu.Dulce fantasma, ¿por qué me visitascomo en otros tiempos nuestros cuerpos se visitaban?Me roza la piel tu transparencia, me invitaa rehacernos caricias imposibles: nadierecibió nunca un beso de un rostro consumido.Pero insistes, dulzura. Oigo tu voz,la misma voz, el mismo timbre,las mismas leves sílabas,y aquel largo jadeoen que te desvanecías de placer,y nuestro final descanso de gamuza.Entonces, convicto,oigo tu nombre, única parte tuya indisolublemúsica pura en continua existencia.¿A qué me abro?, a ese aire imposibleen que te has convertidoy beso, beso esa nada intensamente.
