Ah... la Navidad. Ese día en que empacharse de comida y bebida es tan fácil. Estos días de jolgorio festivo los pasamos con la familia y amigos. Obviamente yo no seré la excepción. Es el día indicado para vagotear a placer y comer como si no hubiera un mañana. Y para cruzar los dedos por si algún dinerillo cae para próximas lecturas del año nuevo. No, mentira. Tengo demasiados libros para leer el próximo año, pendientes que voy arrastrando desde la edad de piedra y que espero evacuar (que bañístico sono eso)
Por lo pronto les dejo mi regalo navideño. Una cosa muy gracioseta que me encontré en la red. ¡Enjoy!
¡Feliz Navidad!