Dos películas han hecho falta para adaptar la primera novela de título homónimo escrita por Frank Herbert, aunque el resultado, al menos en términos narrativos son muy distintos. La anterior cinta se podía resumir a grosso modo, con un par de frases, espectacular visualmente pero sencilla en trama. En cambio en esta segunda se suceden un sinfin de acontecimientos, revelaciones trascendentales y nuevos personajes que pueden llegar a abrumar dando la impresión de que había material para dividirla y realizar una tercera entrega. Esto hace que no haya margen para el aburrimiento, y por supuesto, en interpretaciones y niveles de producción está incluso por encima de su antecesora. Ya veremos si las próximas adaptaciones del universo "Dune" siguen por este buen camino cualitativo.