Revista Videojuegos

Dungeons of Dredmor está requetebien

Publicado el 03 abril 2013 por 99redpotions @99RedPotions
Vale, que si, que llego tarde, y que seguro que muchos de vosotros ya lo sabíais pero es que...he sido un poco graphicwhore con este juego desde que lo vi por primera vez. Bueno no exactamente por los gráficos, si no por el diseño en general, pero claro, suficientes palabros tenemos ya como para inventarme algo como "designwhore". El tema es que lo veía y decía: "parece cutre, este ni con un palo". Cómo mola equivocarse.
Dungeons of Dredmor está requetebien
El caso es que, debajo de esa apariencia de dibujo feuno de los noventa, Dungeons of Dredmor esconde un juego como la copa de un pino. Uno de esos malditos juegos a los que sabes a qué hora empiezas, pero no cuando lo dejas para irte a dormir mientras dices :"joder joder la he liado, que mañana madrugo...".
Y el secreto de este roguelike es simple y a la vez complejo: recoge de forma muy acertada un montón de tópicos del género, le da un toque de humor absurdo bastante majo y lo envuelve con un sistema de juego de esos "simples de manejar, difíciles de dominar". También elimina conceptos como la clase del personaje y nos deja elegir el conjunto de habilidades que puede tener nuestro personaje. ¿Qué queremos un aventurero que sólo se dedique a dar mamporros con un hacha y un escudo pero que sepa algo de magia vikinga? Pues dale. ¿Qué te quieres hacer uno que sólo domine las habilidades de crafteo? Pos también. Eso sí, nadie te garantiza la supervivencia...

Dungeons of Dredmor está requetebien

Habilidades para dar y tomar.

Porque Dungeons of Dredmor, como todo juego de su género, es cruel. No tanto como otros, pero aun así se muestra despiadado con tus errores y te manda a la tumba a la mínima que te descuides. El juego está pensado para aprender muriendo, y aunque la muerte permanente de tu personaje se puede desactivar en el menú, es mucho mejor seguir esa dinámica y perder el miedo a que tu personaje se convierta en un amasijo de sangre y vísceras. Cómo dicen en los concursos de la tele: "Aquí hemos venido a jugar".
¿Os he dicho que el punto fuerte del juego es el humor? Bueno, no exactamente. Se centra más bien en la sátira y en la parodia a los lugares comunes de los rpg, que tanto se repiten en otros títulos. Todo el juego tiene un tono muy a lo Munchkin que lo hace muy divertido para todos los que ya cuentan con algo de experiencia en juegos de rol: armaduras de plástico, hechizos hilarantes y todo tipo de objetos y enemigos diseñados para sacarnos una sonrisa mientras somos aniquilados. Todo bien.
Así que si os apetece daros un garbeo por una mazmorra oscura y llena de bichos, y no queréis la solemnidad (y el precio) de títulos más "grandes", no dudéis en catar este Dungeons of Dredmor. No lo prejuzguéis por las apariencias, como hice yo. Dadle duro.
Dungeons of Dredmor está requetebien


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