La necesidad de encontrar una sintonía en la ejecución
de una pieza musical hace en ocasiones que se desenvuelva en un virtuosismo
debido precisamente al alto grado de desarrollo conseguido en esa habilidad.
Este es el caso del Dúo Vinte, que
ofreció su concierto de piano a cuatro manos invitado por las Juventudes Musicales de Zafra el pasado sábado 23 de enero que en su sede habitual del Pabellón Central
del Recinto Ferial se llevó a cabo este concierto de abono dentro de sus Sábados Musicales.
El dúo Vinte, constituido por dos jovencísimas Paula Granados de Osma y Diana
Rodríguez Adán tiene una riqueza técnica (derivada en parte de su función
docente) y para demostrarla expusieron un repertorio lleno de colorido y
plasticidad sobre el concepto de la suite (composición orquestal breve en
varios movimientos con raíces en la danza) en cuya primera parte desgranaron la
Petit Suite de Debussy y la suite Ma
mère l’Oye de Ravel con su toque
orientalizante y ensoñador y en la segunda parte se cambió de registro musical
hacia la música americana de los dos hemisferios representada por Gershwin, el compositor norteamericano
del que se interpretó Tres preludios
con su sabor jazzístico y neoyorquino seguido por una obra de Astor Piazzola, La historia del tango, una suite contemporánea con sus 4 tiempos donde
repasaba históricamente este género en sendas piezas con el aire del cafetín y
ritmo cupletero en un sabor porteño.
El virtuosismo de las dos pianistas desplegó un
concierto muy ágil que nos supo a poco en la intensidad de su ejecución a dos
manos, sincronía perfecta deslizándose sobre una tarde reverdecida de los frutos
musicales que, generoso, el piano del dúo Vinte había hecho brotar.