Revista Historia

Dura réplica del diputado foral de Guipúzkoa a las palabras del obispo de San Sebastián

Por Masonaprendiz


La Diputación responde a Munilla: "Las personas están por encima de las doctrinas"

"Quien históricamente ha defendido una posición de defensa del pensamiento único es la Iglesia, que lamentablemente sigue hablando de verdades únicas, inmutables y permanentes"
El prelado había arremetido contra la "ideología de género", una "metástasis del marxismo"

La homilía que el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, leyó ayer en la basílica de Santa ría con motivo de la festividad de la Virgen de la Asunción encontró la réplica casi inmediata de la Diputación foral por boca de Denis Itxaso, que contestó al prelado en calidad de Diputado General en funciones.

El motivo de la discordia es lo que Munilla denominó como "ideología de género", una teoría que es "metástasis del marxismo" y que busca "reducir el cristianismo a su dimensión privada, expulsándolo de la vida pública".

Aunque en su discurso no acabó de concretar qué es la "ideología de género", vendría a representar el conjunto de teoría, acciones, medidas y políticas que se están desarrollando principalmente desde los poderes públicos en favor de la igualdad de sexos y el reconocimiento de los derechos civiles de colectivos como gays y lesbianas. Todo ello se ve como un ataque que pone en riesgo a la familia tradicional.

Según

Dura réplica del diputado foral de Guipúzkoa a las palabras del obispo de San Sebastián
Munilla, esta teoría se ha convertido en la actualidad en algo inatacable por ser políticamente lo correcto y ha sido diseñada "para confrontarse con la familia y con la misma concepción natural del hombre". En este contexto, el obispo observa un"nuevo orden" totalitario que busca convertir a la persona en un individuo sometido al "dios Estado" y al "consumismo, en obediencia plena y sumisión a lo políticamente correcto".

La ideología de género, según el obispo, busca la "deconstrucción del matrimonio y de la familia" por ser el "único bastión" que se le habría resistido a ese "nuevo orden" para "controlar a su antojo a la humanidad" y por ser esta institución "la que verdaderamente configura los valores de la persona".

El discurso pronunciado por Munilla no es la primera vez que lo da a conocer y sintoniza con el que se puede escuchar en los sectores más conservadores y ultras de la iglesia en España. Es una crítica a lo que entienden que pone en cuestión un dogma, el de la división de sexos, por un lado el del hombre y por otro el de la mujer, sin cabida para otras relaciones de género ni modelos familiares que no sean las convencionales.

La respuesta a este discurso por parte de Denis Itxaso, ayer en calidad de diputado general en funciones, no se hizo esperar. Itxaso en contra de lo que dijo Munilla, aseguró que la ideología de género sirve "para proteger a los más débiles y que las personas están por encima de las doctrinas".

El representante de la Diputación, pidió a los jerarcas de la Iglesia que se comprometan "con una convivencia plural, con otras formas de ver y vivir la vida distintas" a las suyas. "Quien históricamente ha defendido una posición de defensa del pensamiento único es la Iglesia, que lamentablemente sigue hablando de verdades únicas, inmutables y permanentes".

Itxaso resaltó que la sociedad "se ha emancipado por fortuna de esas verdades absolutas" y "es producto del mestizaje, de la mezcla y de la diversidad". El diputado socialista destacó que "la ideología de género no es más que un síntoma de madurez democrática de unas sociedades que convivían hasta hace muy poco con la violencia de género de forma acrítica y ahora reaccionan de forma contundente ante atrocidades que tienen su origen en un machismo que entre todos debemos desterrar".

"La ideología de género se justifica en buena medida en la protección a personas y colectivos que han sufrido el sometimiento y la marginación: mujeres, homosexuales, etc. Ellos han sufrido el pensamiento único excluyente y deberían ser objeto de protección por su condición de víctimas o, al menos, como dice el propio Papa Francisco, de misericordia", enfatizó, considerando que las palabras de Munilla "son incompatibles con el apoyo y la protección de los más débiles".

El discurso de Munilla tiene lugar en un contexto marcado por un verano donde la violencia machista, las agresiones sexistas y violencia familiar ha ofrecido episodios muy preocupantes.

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