Revista Arquitectura

Dustin Hoffman, Los Ángeles, 1937

Por Luiscercos

Dustin Hoffman, Los Ángeles, 1937

Dustin Hoffman, Los Ángeles, 1937
Dustin Hoffman, Los Ángeles, 1937
Tengo unos demonios interiores que me hacen dudar y me ha costado décadas domar. y esos demonios interiores a veces no me dejaron avanzar.
A esta edad, 75 años, lloro cada vez que me apetece.
La lección más importante de interpretación me la dio una amiga mía: "Hay que investigar, saber de dónde viene tu personaje, qué le pasa, cómo le pasa, investigar aún más, y cuando te pongas delante de la cámara (o en la pantalla del ordenador, o sobre la mesa de dibujo, o en la dirección de obra, -digo yo-), olvídalo. No hagas planes, solo sé, solo siente.
El reparto original de los dioses
Recuerdo un debate que vio mi mujer cuando estudiaba Derecho en el que alguien preguntaba: "crees en Dios"?. "Sí", le respondían. "¿Por qué?". "Porque cuando salgo de noche veo las estrellas, sé que eso no es por accidente. Y si están ahí es porque alguien está detrás. No es un accidente". "Entonces", sigue la conversación, "¿crees que es un dios benevolente?". "Sí, a pesar de todas las barbaridades que ocurren y las guerras". "Pero no serás tan arrogante para creer que somos únicos en el universo, que no existirán otros planetas habitados con otros seres que creerán en otros dioses". Y le respondieron, y cada vez que lo pienso más me asombra, así: "Bueno, es como en Broodway, las obras se estrenan con un reparto original y, según pasan las funciones, la obra continúa con otro reparto y otro. Y yo creo que en la Tierra tenemos el reparto original". ¿Te imaginas? El reparto original de los dioses. ¡Qué frase!.
Fuente: El País Semanal, nº 1895, 20 de enero de 2013, págs. 20 a 24.


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