En su nuevo disco de estudio, Dustin O´Halloran se ha sabido rodear muy bien. ACME Ensemble se ocupa de la sección de cuerda, Adam Wiltzie, componente de Stars of the Lid, de la guitarra y, mi adorado Peter Broderick del violín. Y Dustin, como no, se reserva el papel principal: el piano.
Totalmente autoproducido y compuesto a caballo entre Nueva York, Berlín e Italia, ‘Lumiere’ supone un avance en el sonido de O`Halloran. Sin abandonar la vereda de lo neoclásico, esta vez el resultado es un álbum instrumental mucho más orquestado y recargado, alejándose de la sobriedad que marcaban los anteriores (Piano Solos, 200 y Piano Solos, Vol. 2, 2006). El piano clásico marca de la casa está más arropado que nunca, como si las diferentes melodías se abrazasen entre sí.
Los nueve cortes que componen ‘Lumiere’ son pequeñas piezas sinfónicas, breves fragmentos de una banda sonora inexistente. No es casual que su autor haya colaborado en películas como ’Marie Antoinette’ (Sofia Coppola, 2006) o ’An American Affair’ (William Olsen, 2010).
Si bien el comienzo del disco, con ‘A Great Divide’, nos podría llevar a la conclusión de que se trata de otro disco ambient, no es así. Pronto esos pasajes quedan atrás y es entonces cuando un piano mínimo reclama su lugar para no abandonarlo nunca. El ‘diálogo’ del disco se establece con un violín desgarrado en busca de complicidad.
El resultado: 45 minutos intensos, emocionales, de alto voltaje romántico que te dejan completamente aturdido, casi sin respuestas, al final, a medida que la última nota se va perdiendo en tu oído.
"Fragile N. 4"