Ofrecer un trabajo en condiciones laborales dignas a mujeres que puedan estar en una situación de riesgo de exclusión social y, al tiempo, dar soluciones a quien por el cambio en el régimen laboral de las empleadas de hogar se ha convertido en un empleador con una serie de obligaciones están en el origen del proyecto E-Hogar, que acaba de poner en marcha Asata (Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Socia) como vía para crear una cooperativa de servicios domésticos donde las mujeres participantes sean socias-trabajadoras de la empresa.
El proyecto nace con la modestia de seleccionar un grupo de 12 mujeres para intentar, a partir de un mínimo del 40% de ese colectivo, constituir la empresa pero con el recuerdo de que también fueron solo nueves parados quienes conformaron a finales de la década de los ańos noventa la primera plantilla del experimental colectivo de serenos, que con el paso de los ańos se ha consolidado como un importante yacimiento de empleo.
E-Hogar, que es el nombre que por ahora recibe esta iniciativa de emprendimiento en cooperativa, cuenta con el apoyo de varias administraciones. En concreto, el Ayuntamiento de Gijón le concedió una subvención de 10.800 euros dentro de la convocatoria de ayudas a la contratación en entidades sin ánimo de lucro para la realización de proyectos de interés general o social.
Asata dará preferencia en la selección de esas doce pioneras a mujeres que no cobren ningún tipo de subsidio, paradas de larga duración mayores de 45 ańos, responsables de familias monoparentales sin ingresos o trabajadoras de difícil colocación debido a su baja cualificación profesional. El trabajo como empleadas de hogar ha servido a muchas mujeres para participar activamente en el mercado laboral aunque también es cierto que, en ocasiones, desde la economía sumergida, con poca remuneración económica y sin un prestigio profesional. Principios que hay que cambiar.
El proyecto se ha organizado en cuatro fases. La primera supone dar difusión a la iniciativa para que las candidatas tengan claro que se involucran en crear una empresa que les garantice un empleo en el sector de los servicios domésticos. Tras la selección se desarrollará una etapa de formación de unas 250 horas con acciones específicas en técnicas de limpieza, utilización de productos, prevención y seguridad en el trabajo, resolución de conflictos y mantenimiento de relaciones personales, técnicas de organización, técnicas de cuidado y preparación y elaboración de menús y un bloque sobre creación y gestión de una cooperativa de trabajado asociado. Luego llegará el momento de la creación de la empresa donde Asata pondrá el capital social dada la situación económica de la participantes y, en la cuarta fase, se impulsará el crecimiento y puesta en marcha de la sociedad con la ayuda durante los primeros meses en actividades de marketing, gestión de recursos o distribución del trabajo.