Ear Cuffs... ¿Sí o no?

Por Maha Lub desde España
Tal vez penséis que son una tendencia muy del 2012 pero no. ¿Un revival ochentero? Tampoco. 

Amados por un@s y odiados por otr@s, los pendientes que enmarcan la orejahan sido llamados de muchas maneras: ear cuffs, ear bands, ear wraps, ear hooks, earrites... Cada generación los ha bautizado con un nombre distinto. Siempre que vuelven a las tiendas, lo hacen dando protagonismo a algún estilo en particular; sin embargo, si algo tenemos que reconocerle al 2012 es que está dando cabida a muchos rollitos distintos. Punk, bucólico, étnico, retro, uberglam, etc. ¡Hagamos un repaso a lo que podemos encontrarnos en las rebajas! Hay propuestas para todos los gustos.

Foto de Rosey Trickett para AnOther Magazine

En los últimos años muchos nombres han apostado por este tipo de joya: Alexander Wang, Karl Lagerfeld, Repossi, Husam El Odeh, Jean Paul Gaultier, Chanel, Nasty Gal, Marios Schwab, Alexander McQueen, Anni Jürgenson, Sally Koeswanto, Litter SF, Rachel Comey... Pero los ear cuffs son un clásico anterior a ellos.

En occidente los popularizó Marcel Boucher, un joyero francés que en 1937 lanzó una colección de bisutería espectacular. 

Sus diseños se inspiraban en las formas sinuosas de la naturaleza, estaban llenos de volúmenes y detalles caprichosos. Aquellas piezas lucían aires de alta joyería y supusieron una gran revolución. Marcel Boucher acercó el lujo a las mujeres de todos los círculos sociales.En los años 50, actrices como Carmen Miranda o Lita Baron adornaban sus caras con los earrites de Marcel. Muchos joyeros imitaron su estilo y tras su muerte,  muchos más han seguido su estela. Entre las variadas propuestas de este año, las que más destacan todas las críticas son las que elogian lasformas románticas de este creador.

¡Si os gustan, tranquilas! Estos diseños muy pronto empezarán a estar clonados. Las orejillas de elfo de la colección Dutchess of Fabolous de Erickson Beamon (400€ o más, según donde los compres), ya las ha copiado Miss Selfridge por por 9€...
El primo de la Selfridge, Topshop, ha hecho una versión de un modelo oversize muy setentero. Se dice que para llevar este tipo de adornos es aconsejable tener el pelo corto o llevarlo recogido, pero como yo siempre tengo que ir a la contra, pienso que una melena puede adquirir un toque muy chic si se acompaña con un ear cuff bien vistoso. Para mi es una solución genial, siempre me meto el pelo detrás de la oreja a lo catetilla (no hay forma de quitarme esa manía). Sin embargo, recogiendo un lado de la melena tras un modelo similar a estos, se pasa de catetilla a divinorra... 

Los modelos más pequeños pueden darle un punto de gracia extra a una coleta o a un moño alto.

Como dije antes, este año los ear cuffs ya no se limitan a un único estilo, tenemos metal, piedras preciosas, crines, las ya manidas plumas, cuero, goma, aluminio, espejo, etc. Podemos encontrar diseños de vanguardia, adquirir alta joyería o volvernos locas comprando bisutería bien barata... ¡En Asos los tenéis a precios de risa!







Desde luego yo digo SÍ a los ear cuffs, aunque muy pocas veces lleve joyas, cuando me pongo me pongo. Siempre me han gustado los pendientes vistosos pero como me son muy incómodos no los uso nunca. La ventaja de estos diseños es que, por pesados que sean, resultan bastante cómodos, reparten el peso de manera uniforme por toda la oreja en vez de colgar desde un único punto. ¡Además, ya no hace falta perforarse compulsivamente a lo Camryn Manheim! Muchos de los modelos actuales no necesitan ni un agujero ;)
Está claro que cuando divinas marcatendencias como Daphne Guiness apuestan por algo, en pocos años, much@s siguen sus pasos.

¿Os animáis a dar vida a vuestros outfits con este accesorio?
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Primera foto de izquierda a derecha: Pendiente de Zoe & Morgan. Pendientes modelo Poisonous en oro blanco con diamantes de Dior Joaillerie y mini arete de Hannah Martin. Pendientes Rock 'n' Roll de Hannah Martin y pendiente de Zoe & Morgan. Los de la cuarta imagen son modelos en oro de la modelo. Por último, clip en forma de cachemir con cristales de Jil Sander y otro pendiente de clip vintage.