Eau de Parfum LIBRE, el alma de Yves Saint Laurent convertida en perfume

Hola,
si hay un regalo navideño por excelencia son las fragancias y hoy os quiero hablar del Eau de Parfum LIBRE de YSL Beauté, el ultimo que he probado y que define la esencia del modisto francés. Si hay una palabra que define a Yves Saint Laurent es Libre. La libertad como un manifiesto, como una actitud, una forma de ser, de mostrarse siendo uno mismo, desafiando limites, vivir la belleza de una forma apasionada, con tus propias reglas, sin contradicciones ni compromisos. Liberar el fuego interior para aprovechar la vida al máximo. Gritar cuando el cuerpo lo pide. Dejarse llevar por la languidez cuando así se desee.
Libre recoge todo esto en una esencia floral, divertida y sexi, que juega con las tensiones y los contrastes, con una estructura en esencia masculina y con un corazón absolutamente femenino. La elegancia de París y la energía de Nueva York, donde fue concebida por los maestros perfumistas Anne Flipo y Carlos Benaïm. 

LIBRE es una variación freestyle de los aromas fougère, una familia olfativa clásica con notas de lavanda y un genero que ofrece un género ambiguo, ya que comenzó siendo una familia femenina antes de que la adoptaran los auténticos dandies, y a la Anne Flipo y Carlos Benaïm le devuelven su parte de feminidad original.
LIBRE tiene un corazón de Lavanda Diva procedente de fuentes sostenibles de la Provenza francesa, que le da el toque fresco y floral a esta fragancia.
En su corazón también encontramos Lavandin de Francia, un hibrido de dos lavandas silvestres, que se asocia desde hace siglos a la limpieza. Y notas de nerolí y mandarina.
También contiene Vainilla Bourbon Pure Jungle Essence de Madagascar exclusivo y de alta calidad, cuyo extracto reúne las notas de la vainilla madurada y sus profundos matices balsámicos, que le da calidez
El absoluto de flor de azahar de Marruecos y una nota de ámbar gris clásico –la Grisalva– envuelven con un velo femenino esta estructura fougère y avivan aún más la intensidad de su adictivo corazón floral.

El diseño del frasco realizado por Suzanne Dalton, que da la vuelta y curva el mítico logo de YSL para adaptarse al ángulo recto del frasco y lo fija al vidrio. Imitando la sensual fusión entre el metal, el vidrio y la fragancia, una «V» que se recorta en el propio vidrio permite destacar el escote de la «Y», reflejando la que la fragancia ofrece entre lo masculino y lo femenino. Coronado por un sexi tapa negra a la que se enrosca una cadena dorada.
A mi personalmente es uno de los diseños que mas me han sorprendido y gustado de la familia de fragancias de YSL. Me parece clásico pero moderno, atrevido y elegante.
Y en cuanto al aroma en sí, ya sabemos todos que son muy personales, pero creo que puede gustarle prácticamente a todo el mundo. Yo que soy más de aromas dulces y no demasiados fuertes, este me encanta. La manera en que están integrados los aromas, dándole el toque justo a cada esencia, me resulta muy agradable de llevar.
Hasta la próxima.
Feliz Navidad.
Besos.