Otra vez se repatria a una persona infectada con Ebola a España, otra vez se solicita el medicamento experimental para tratarle, otra vez se nos pone a todos en peligro de contagio de una enfermedad que tiene el 50% de posibilidades de matarte.
Alabo la labor que hacen los misioneros por el mundo, de verdad, ya no es aquella misión de cuando los reyes católicos de “evangelizar” al infiel, al menos no en ese sentido de “o te conviertes o te convierto”. Alabo su trabajo en las zonas de conflicto, en las más necesitadas, en las zonas con hambre y las zonas con Pandemias, como el Ebola. Es una labor de ayuda al prójimo digna del máximo respeto, ya sea un cura, ya sea un miembro de alguna ong.
Pero cuando vas a un sitio en el que sabes que hay una pandemia, sabes a lo que te arriesgas, y la misma responsabilidad que has tenido ayudando al prójimo, debes tenerla no extendiendo el virus. Como ya lo dije en la anterior ocasión, a este hombre, buena persona donde las haya, se le debería tratar allí, allí se debería llevar la vacuna experimental, y allí se debería de cuidar.
Traerlo aquí es sólo por una cuestión de que miembros de la orden a la que pertenece han movido hilos para traerlo, y un gobierno demasiado “católico” accede a todos sus caprichos. Si este hombre no hubiese sido un cura de esa orden, os aseguro que seguiría en África y que moriría allí bajo la excusa de ser “demasiado costoso y peligroso” el traerlo.
Hubo una mujer, enferma terminal, Madrileña, que pidió ser repatriada a España, el gobierno le negó la repatriación por ser “caro”, su enfermedad no era contagiosa, no ponía en peligro a nadie el traerla, y dudo mucho que el coste de su repatriación superase el de cualquiera de estos sacerdotes, que ya dijo Rajoy que lo pagábamos nosotros, es decir con dinero publico, (después de muchos dimes y diretes sobre quién pagaba los gastos y el tratamiento de traerlos), sin embargo se le negó su ultima voluntad por realmente un único motivo, no pertenecía a una orden religiosa con fuerza suficiente para hacer que el gobierno mueva los hilos.
Hoy el segundo sacerdote infectado con Ebola ha llegado a España, y ya se encontrará en el Carlos III, hoy en el País publican que no se va a desalojar el Carlos III, y que no ven necesidad de hacerlo, y yo sigo diciendo que esto es un riesgo innecesario, se le puede tratar en origen, y no poner en peligro a nadie, las medidas de seguridad que pongan aquí no me inspiran ninguna confianza, máxime cuando en este País si a la primera sale bien, nos volvemos laxos en dichas medidas.
Sí, valoro la labor de estos misioneros pero no valoro la actitud de este gobierno que dobla el espinazo cuando se lo pide la santa madre iglesia y no duda en poner en riesgo a todos los Españoles por una sola persona.