En la realidad que nos rodea hay circunstancias que no podemos cambiar y, de la misma forma, existen retos y dificultades que siempre irán haciendo acto de presencia… ¡En eso consiste crecer! Creo firmemente que una vida sin nuevos retos nos anclaría en una zona de confort tan limitada que impediría ampliar nuestro contexto y nuestras capacidades.
Entonces, partiendo de que hay cosas que no podemos controlar o que no nos corresponde cambiar… ¿Por qué no tomarlas con sentido del humor en lugar de convertirlas en un drama? ¡Exageremos la alegría igual que muchas veces exageramos los problemas!
Algunos estudios han demostrado que las muestras de sangre tomadas a personas que no veían vídeos cómicos tenían concentraciones más altas de hormonas responsables de causar tensión, depresión y supresión del sistema inmunológico. Y es que el sentido del humor nos oxigena, nos relaja, nos proporciona una nueva perspectiva (que nos ayuda a reencuadrar las situaciones), mejora nuestra forma de relacionarnos y, además, beneficia a nuestra salud.
Tanto es así que el humor ya se usa como una terapia mediante la cual se desarrollan conductas que conducen a la estabilidad emocional pues le quita hierro a las malas experiencias, potencia los valores personales y nos mantiene a flote en momentos de dificultad, crisis o conflicto.
En concreto, podríamos hablar del sentido del humor como sinónimo de felicidad y buena salud pues:
- Se relaciona, a nivel psicológico, con el optimismo y las emociones agradables. Es un buen aliado contra el estrés, el miedo, la rabia, la ansiedad y la depresión ya que permite ver la vida de forma más positiva, descargando tensiones y preocupaciones. Además, aumenta la resistencia al dolor, fortalece el sistema inmunológico y mejora el sistema cardiovascular.
- Mejora la comunicación y nuestras habilidades de relación social. Cuando echamos mano del sentido del humor transmitimos emociones agradables y un lenguaje no verbal que favorece la aceptación. Actualmente, en una realidad en la que ya no sobrevive el más fuerte sino el que es más aceptado, el humor es la mejor arma para minimizar el impacto emocional de nuestra forma de vida.
- La risa se asocia a la liberación de endorfinas y el sentido del humor suele ser el mayor desencadenante de la misma. Gracias a dichas hormonas se activan una serie de procesos neurofisiológicos que provocan placer y emociones agradables (asociadas a las actividades más hedonistas como el comer, el beber, el sexo…).
- ¡Tiene beneficios a corto plazo! Sus efectos terapéuticos se hacen notar desde el primer minuto, fomentando un estado de ánimo enérgico, predispuesto y alegre, ayudando a sobrellevar enfermedades o dificultades de cualquier índole, previniendo la depresión, neutralizando las emociones desagradables, elevando la tolerancia al dolor…
¡Aquí te dejo un ejemplo, para que empieces a reír más desde YA!