Echo Lake – Wild Peace

Es muy triste hacer la crítica del debut de un grupo cuando uno de sus integrantes falleció ayer. Peter Hayes, batería de Echo Lake, sufría una enfermedad de corazón que acabó con su vida a los 25 años.

Un hecho dramático para empezar un proyecto, aunque intentaremos fijar nuestros pensamientos en el gran disco que ha facturado el quinteto londinense. No es fácil encuadrar en un único estilo a Echo Lake ya que su música está plagada de sintetizadores, capas de sonido que son capaces de crear densas atmósferas y acordes de guitarra que se dejan guiar por el protagonismo del bajo. Pero donde se diferencia Echo Lake es en la voz de Linda Jarvis, vocalista experimentada que hace que todas las piezas del puzzle encajen a la perfección.

A través del sello Slumberland (que con Veronica Falls, Crystal Stilts, Allo Darlin’ y The Pains of Being Pure At Heart en sus filas, nos podemos hacer una idea de por donde van los tiros) estos jóvenes han publicado hoy Wild Peace, un trabajo influenciado por el synthpop de M83, por el dream pop de Beach House, por el noise rock de Galaxie 500 y The Jesus and Mary Chain y por clásicos de la talla de Phil Spector.

Esto, que a primera vista puede parecer un jaleo, lo fusionan con maestría en un ejercicio de experimentación que, lejos de ser la copia de la copia, les otorga una identidad sonora que otros solo consiguen al segundo o tercer disco. Wild Peace siempre quedará en la memoria de los integrantes de Echo Lake por la pérdida de su amigo Peter, pero es muy posible que quede en la nuestra también por la grandeza que va adquiriendo en cada una de sus escuchas.

“Even the blind…”

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Echo Lake – Wild Peace (2012)