Un ecocardiograma fetal es la obtención, mediante ecografía, de una imagen clara y concisa del corazón del feto en movimiento, con el fin de detectar anomalías y/o malformaciones en el mismo. Se recomienda hacer esta prueba en el segundo trimestre de embarazo.
No es una prueba que se hagan todas las embarazadas, sino que se recomienda cuando en alguna de las ecografías anteriores, se ha detectado alguna anomalía en el corazón. Esta es una prueba diagnóstica y define si hay un problema o no, aunque hasta que el bebé no nazca y se haga una valoración fuera del útero, no se puede determinar la gravedad con exactitud.
¿Y por qué le hicimos esta prueba a Bichito si aparentemente no presentaba ningún problema?
En el último embarazo de mi cuñada, le detectaron, en alguna de las ecografías, que el corazón del feto no estaba creciendo con normalidad. Aunque a vista de ecografía normal no tenía porque ser un problema, pues muchos fetos llevan un desarrollo más lento que otros y luego sus corazones son perfectamente normales, le recomendaron un ecocardiograma.
Allí lo vieron. Alguna de sus cavidades era más pequeña que las otras. Era evidente que el corazón no se estaba desarrollando correctamente, por lo que la derivaron a un hospital público con los mejores cardiólogos de neonatos.
El plan estaba claro. Cuando el bebé naciese, automáticamente, lo separarían de mi cuñada para valorar la gravedad del asunto. Ver si era necesario un tipo de operación u otra.
Y así fue. Ingresado en la UCI de recién nacido, creo recordar que lo conectaron a una máquina que le cambió el sentido de la circulación de la sangre para que llegase riego a los órganos, pues tenía la aorta totalmente obstruida, y me parece que la arteria pulmonar también.
Fueron unos días muy duros. Creo que fue al segundo o tercer día, que le hicieron una resonancia magnética para valorar el alcance de la operación, y resultó ser más grave de lo que creían. Inmediatamente sometieron a mi sobrino a una operación a corazón abierto.
Lo que le hicieron exactamente no lo sé, pero creo recordar que le reconstruyeron ambas arterias y le colocaron una válvula. Un trabajo excelente con buen resultado. Después de eso, estuvo en la UCI algunas semanas con sus daños colaterales, como una meningitis que alargó su estancia aún más. Por suerte, todo salió bien, pero os podéis imaginar la tensión que sufrió la familia.
Después de aquello, se ha sometido a mi sobrino a más controles. En un cateterismo que le hicieron teniendo unos 7 u 8 meses, tuvieron que abrirle de urgencia, pues se le había reventado la vena por la que introdujeron el catéter y se empezó a hinchar por el cúmulo de sangre. Fue otra semana más en la UCI y otro gran susto.
Se medica de forma diaria, y será un cardiópata de por vida. Hoy es un niño de casi 2 años y se tendrá que seguir sometiendo a controles rutinarios según vaya creciendo su corazón. Pero está vivo gracias al cardiograma que definió que algo no marchaba bien y que por lo tanto, necesitaría atención especial al nacer.
Aunque se estima que su malformación es congénita, su cardiólogo le comentó a mi cuñada que si tenía hermanos que fuesen a tener hijos, no estaría de más que se hiciesen esta prueba. Solo por descartar.
Yo creía que con la ecografía de las 20 semanas habría suficiente, pero en verano mi cuñada me comentó que no. Así que hablé con mi ginecólogo privado y se lo comenté. No dudó ni un instante en darme el volante para pedir la autorización a mi mutua.
He de decir que hasta ayer mismo, estaba muy tranquila respecto al corazón de Bichito, pero en cuanto vi su corazón en grande, palpitando, con sus cavidades, me acojoné. ¿Y si le encuentran algo?
En esta ecografía no vimos a Bichito en ningún momento, solo vimos su corazón. ¡Qué pasada!
Durante un momento la que hacía la ecografía estuvo callada y seria, y me asusté. “Por favor que diga algo”. Enseguida nos dijo que todo se veía bien, que tenía todo lo que tenía que tener y que no le sobraba nada tampoco. Bichito tiene un corazón sano.
No os pongo ninguna foto, pues en ninguna de las ecografías se ve nada, ya que está con colores rojos y azules. El informe concluye con “Ecocardiograma fetal dentro de la normalidad” y para nosotros es más que suficiente. Salimos de allí felices.
Y vosotros, ¿tenéis algún cardiópata en la familia?