Correns, pueblo de la Provincia francesa de 800 habitantes, es el primero del país en convertirse 100% ecológico.
Gracias al compromiso con la protección de su territorio y el fomento de la economía local, Correns es el primer pueblo bio de Francia. Un proyecto que inició el alcalde y que encontró la colaboración ciudadana, logra con éxito establecer unos hábitos sostenibles en un medio rural amenazado.
Desde que su actual alcalde Michaël Latz, ingeniero agrónomo y viticultor entró en el ayuntamiento, todas las cooperativas vinícolas se pasaron al cultivo ecológico, después le siguieron ganaderos y algún agricultor.
El comercio de vino se salvó de la crisis gracias a la conversión ecológica de las viñas, de esta forma se ganó un mercado cuya demanda comenzó a aumentar.
Comercio local contra química.
En Correns se lleva a cabo un comercio local, de proximidad y de forma directa. Sólo el vino se comercializa en su mayor parte fuera del país. Los comercios locales fomentan los productos de la zona e incluso hay una peluquería ecológica que utiliza productos artesanos naturales en lugar de la química habitual.
En el 95% de la tierra de cultivo de Correns no se utiliza ningún tipo de producto químico, por otro lado en el núcleo urbano se crearon huertos comunales en los que pueden participar los vecinos y en los que, por supuesto, tampoco se utiliza ningún producto dañino.
La cantina escolar utiliza productos ecológicos frescos de temporada, de esta forma se garantiza a los agricultores una base sólida para poder trabajar sin incertidumbre (al contrario que les ocurre a quienes venden su producción a las grandes multinacionales de la alimentación).
Correns camina paso a paso hacia la autosuficiencia alimentaria, para ello los ciudadanos se pusieron manos a la obra y crearon una asociación, Correns21, compuesta por voluntarios y dedicada a apoyar proyectos de economía local y ofrecer formación sobre desarrollo sostenible y ecología.
Desde su inicio en 2008, Correns21 ha realizado estudios y puesto en marcha proyectos de:
- Reparto y gestión de su territorio.
- Gestión de recursos y residuos.
- Comunicación, cultura y educación.
- Producción, elaboración y consumo responsable.
Desde entonces la población rural del pueblo aumentó un 50%. Los nuevos habitantes son en su mayoría nuevos agricultores jóvenes,sin duda atraídos por la práctica agrícola ecológica y demás propuestas sostenibles que ofrece Correns.
Por ello la edad media de los miembros de la cooperativa vinícola local es de 35 años.
Aunque la conversión a una agricultura ecológica lleva su tiempo debido a que la tierra está sobre explotada y muchas veces contaminada por el uso masivo de abonos químicos, lo que si ha conseguido Correns es mantener la diversidad natural de su entorno y generar un compromiso ciudadano motivado a su vez por los cargos públicos.
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