La sociedad de hoy en día está enferma, tanto como nuestro planeta, consumimos productos en el mercado que no necesitamos y que terminamos tirando a la basura contaminando aún más el planeta, las compañías producen cada vez más y más y nosotros compramos a su ritmo de producción al mismo tiempo que los desechos se acumula a nuestro ritmo de consumo; estos productos contaminan en cada fase de su elaboración desde su extracción como materia prima, pasando por su proceso de refinación, la creación de las piezas y el ensamble, para acabar en un producto final que terminara en un basurero; a esto le llamamos economía lineal la cual con sus procesos que contaminan los suelos y emiten tantos gases a la atmósfera que aumenta la temperatura y derrite los polos, causando una elevación en el nivel del mar; algo que todos ignoramos y que es un asunto tan grave que la O.N.U ya está hablando de refugiados climáticos porque la mayoría de las costas e islas desaparecerán; las cantidades de personas que se verán obligadas a abandonar sus hogares es ¡terrorífica! sólo para entrar en contexto 13 millones de refugiados han salido de Siria en lo que va de guerra, mientras que se estiman que tendremos entre 50 y 200 millones de refugiados climáticos.
Pero existe una opción, ¡el reciclaje! No, él reciclaje ayuda pero no es suficiente; la mayoría de las empresas no crean sus productos pensando en que tan buenos son para ser reciclados y de toda la basura solo una parte puede ser reciclada lo que significa que para crear un nuevo producto las empresas tienen que cumplir con todos esos procesos que tanto nos perjudican; y la otra parte de la basura que no se puede reciclar solo se acumula con el paso del tiempo
¿Entonces cuál es la solución del problema?
Pues podemos tener un crecimiento de población controlado, uno hijos por pareja; a esto se le llama decrecer, claro si hay menos personas, hay menos basura.
O qué tal si nos abstenemos a comprar un nuevo modelo de teléfono o las nuevas franelas de aquella marca que está en boca de todos, pero dejar de estar a la moda no parece una opción viable para la sociedad que conocemos hoy en día.
La verdadera solución se llama economía circular, para explicarlo de la forma más sencilla digamos que tenemos una empresa de dispositivos electrónicos y tomemos como ejemplo la fabricación de un nuevo smartphone; en vez de crear un modelo más avanzado cada 3 meses, crearíamos un modelo más resistente, duradero y adaptable al cual se le pueda hacer actualizaciones, llevarlo a una central o sucursal e implantarle un nuevo software, un mejor procesador, una cámara con mejor resolución, una batería más potente, hacerle mantenimiento para alargar aún más el tiempo de vida útil, este estilo de comercio puede ayudar a la corrección de errores y fallas que vienen desde la fábrica.
Otro aspecto a favor es la personalización, si el teléfono es adaptable, entonces que se adapte a nuestro estilo, además las empresas que utilicen este nuevo estilo puede hacer que sus productos sean mejor basura para poder reciclarlo y usarlos para fabricar los nuevos modelos, todo esto a un costo bastante bajo, la extracción de las materias primas es un proceso costoso y esta etapa puede saltarse con esta revolución en la industria; reduciendo de forma considerable el costo del producto final; también se estarían reduciendo los desechos de una forma increíble, se estima que con este método vamos a tener un 65% menos de basura para el 2030, este nuevo concepto de economía aún está en pañales, y ya tiene el potencial de salvar el mundo, con el tiempo se descubrirán mejores formas para hacerlo más eficiente y así tener un planeta más verde y como precios más bajos.
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