Si algo está produciendo la crisis del COVID19 es que los economistas están saliendo de su marco de pensamiento convencional. Estamos leyendo economistas liberales pidiendo “helicopter money” que sería una medida poco ortodoxa incluso para economistas keynesianos, por otro lado economistas neokeynesianos pidiendo la condonación del pago de impuestos.
Al menos en Catalunya hay un consenso amplico, desde Gali a Sala i Martín, pero también en la esfera política, Pere Aragonés desde el govern de la Generalitat están apostando por medidas tipo “helicopter money” y el aplazamiento o la condonación del pago de impuestos.
Es evidente que la crisis económica derivada de paralizar la economía X meses a causa del Coronavirus es un tipo de crisis diferente a las que ha sufrido el capitalismo y más parecida al choque económico que producen conflictos bélicos. Por eso incluso los anarcocapitalistas piden el paraguas del estado o los keynesianos abrazan las ideas de suspender el pago de impuestos para salvar empresas y aliviar la presión económica de los ciudadanos.
La crisis del COVID19 nos lleva a todos a aceptar medidas que no aceptaríamos nunca en otras circunstancias, como la limitación a nuestros derechos básicos (de reunión, de movilidad) o a no poder ver a nuestras personas queridas o incluso a aceptar que podamos morir solos sin nuestros familiares.
Por eso me sorprende cuando todos los economistas y gran parte de los políticos están pidiendo a gritos soluciones no convencionales y medidas de guerra y las escuelas económicas de un color u otro encuentran que imprimir billetes por parte de la reserva federal o el Banco Central Europeo es una de las soluciones para reducir el choque de oferta que se producirá y la futura crisis económica derivada de paralizar la economía, haya en Europa, especialmente desde Alemania pero también desde la plutocracia de la eurozona quienes aún continúen con la misma actitud casi criminal de mantenerse en medidas limitadas y poco generosas.
Si hasta la poco sospechosa de marxista “London Business School” está pidiendo a los estados una reacción equivalente al 15% del PIB anual basada entre otras en imprimir dinero, ¿a que espera Merkel y los euroburócratas en aplicarlo?. Parece ser que algunos quieren seguir cargándose el sentido de la UE, ya que al parecer la mala reacción a la crisis del 2008 no fue suficiente.