Un Economista es un farsante que estudia y analiza tanto las causas como consecuencias de los fenómenos económicos para luego inventarse cosas que cualquier algoritmo puede predecir.
Viven de lo que les proporciona su verborrea y gritan sus profecias lo más apocalípticas posible para que le hagan caso los medios. Hablan del mercado o del estado como el cura habla de Dios.
La mayor parte de ellos están en los mercados de valores, gobiernos, bancos centrales y en las universidades.
Rara vez aciertan y es más probable que acierte el futuro Paco Porras que estos seres.
Explican perfectamente eventos pasados, pero son incapaces de predecir eventos futuros.
La inutilidad de sus vaticinios y afirmaciones solo les interesa a los partidos políticos del cual estén a sueldo.
Para contentarlos sueltan todo tipo de tonterías y fuegos de artificio para distraerlos para que no se den cuenta que la única solución es no gastar más de lo que se gana, adquirir bienes sólo cuando se tenga el dinero, tener un plan razonable de devolución de la deuda si se endeuda y ahorrar para poder invertir y multiplicar su capacidad para ganar y un sistema monetario anclado a algo estable, como el oro.
No hay más misterio, todas las demás cosas son chorradas.