Carlos Mendoza Potellá
Desde el foso en donde nos encontramos, hundidos junto a nuestra industria petrolera por la ruinosa experiencia de los fiascos planificadores de pajaritos preñados petroleros desde 1981, con el primer “megadisparate de PDVSA” y hasta el proyectado aumento en 2010 del número de refinerías hasta 37 en el 2030, podríamos decir a los noveles –y noveleros-petroleros colombianos que nadie aprende en cabeza ajena, y menos, si están asesorados por los ilustres meritócratas venezolanos.
Esto viene a cuento porque, comentando noticias internacionales en el grupo de análisis petrolero de Whatsapp al que pertenezco, el pasado 10 del presente mes de septiembre, me enteré, tardíamente, de las incidencias conflictivas que condujeron a la firma, el pasado 31 de julio, de una joint venture entre Ecopetrol y la transnacional Occidental Petroleum (Oxy) para realizar inversiones en la cuenca pérmica norteamericana.
De hecho, mi primera reacción fue de incredulidad, ¿Colombia invirtiendo recursos escasos en los Estados Unidos? Debe ser un error, los yacimientos petroleros de Colombia se encuentran en las arenas del terciario de la Formación La Luna y no en el pérmico. Pero la realidad era otra.1
Supe, entonces, que ésta decisión de los gerentes de Ecopetrol fue un desafío directo a la prohibición de utilizar el fracking en Colombia, establecida por la máxima autoridad judicial en materia de preservación del interés público en esa Nación, el Consejo de Estado de Colombia, Tribunal Supremo de lo Contencioso Administrativo.
La argumentación para ese desafío fue la misma que siempre arguyeron –y arguyen- los tecnócratas petroleros venezolanos, incrementar las reservas petroleras disponibles por la empresa, con un supuesto costo competitivo… sea donde sea, porque lo que importa es “el negocio” y sacar los ingresos petroleros de las garras fiscales del Estado.
El aporte total de Ecopetrol equivale a US$1.500 millones, una transacción competitiva en términos económicos frente a operaciones comparables realizadas en el mercado en los últimos años. (Loc. Cit.)
Las reminiscencias a las 17 refinerías chatarra, compradas por PDVSA desde 1983 y modernizadas con sangre de la verdadera participación nacional en la explotación de sus recursos de hidrocarburos, y cuyos pírricos resultados contemporáneos son los que registran las cuentas perdidosas de CITGO, fueron inevitables. El mismo discurso y los mismos métodos:
Para viabilizar la operación de este JV, la petrolera colombiana constituyó dos sociedades, Ecopetrol Permian LLC y Ecopetrol USA Inc., e igualmente transformó la naturaleza de Ecopetrol America Inc. a Ecopetrol America LLC, (sociedad de responsabilidad limitada), compañía que continuará enfocada en las operaciones del Golfo de México en los Estados Unidos. (Loc. Cit)
Ecopetrol USA Incorporated fue constituida en el estado de Delaware 100% de propiedad de Ecopetrol a través de su filial Ecopetrol Global Energy SLU. Su actividad económica estará orientada a la exploración y producción de hidrocarburos.
Ecopetrol USA Incorporated fue constituida en el estado de Delaware 100% de propiedad de Ecopetrol a través de su filial Ecopetrol Global Energy SLU. Su actividad económica estará orientada a la exploración y producción de hidrocarburos.
Por su parte, Ecopetrol Permian LLC, constituida y en cumplimiento con las regulaciones del estado de Delaware, es 100% propiedad de Ecopetrol USA Incorporated y por vía indirecta de Ecopetrol S.A. en el mismo porcentaje. (Loc. Cit)
¿No suena algo parecido a los conflictos de Citgo con Cristalex y Conoco Phillips sobre la consideración de PDVSA y sus filiales en el exterior como “alter ego” de la República y que, por tanto, se le pueden cobrar a aquéllas las deudas de ésta?
Y también nos recuerda la misma voluntad tramposa de los gerentes petroleros nativos, cuando pusieron en práctica todas las argucias legales posibles para impedir que el Congreso Nacional se enterara de la compra del 50% de una refinería en Alemania, -operación que por su magnitud e implicaciones calificaba como de alto interés nacional y, por tanto, requería de consideración y aprobación legislativa- para presentar luego como hechos cumplidos la ejecución subrepticia de “los lineamientos de PDVSA”, como rezaba una de sus presentaciones en abril de 198:
“La integración de Venezuela hacia los mercados de consumo es una estrategia indispensable para lograr un nivel aceptable de exportaciones en una base estable y confiable. Tal integración sería particularmente importante en la comercialización de crudos pesados/extrapesados…” 2
La puesta en práctica de ese lineamiento se inició con la adquisición del 50% de varias instalaciones de la compañía alemana Veba Oel. Las negociaciones se realizaron de manera subrepticia, escurriendo el bulto a la acción contralora del Congreso y presentándose luego el hecho cumplido que, como siempre, se impuso al inoficioso revuelo que se desató en torno suyo.
En las investigaciones promovidas en el Congreso ha quedado de manifiesto el hecho de que los consultores jurídicos de PDVSA y el Ministerio de Energía y Minas, de consuno con el Procurador General de la República, constituyeron un “jurado complaciente” para escudriñar en los vericuetos de la Constitución Nacional y las leyes específicas del sector petrolero a fin de encontrar una fórmula que permitiera a la industria eludir la obligatoriedad de someter un contrato de evidente interés nacional a la consideración y aprobación por parte del Poder Legislativo. 3
Ahora, basta con registrar los argumentos esgrimidos por Ecopetrol para justificar su decisión de “entrenarse” en materia de fracking, con fondos de la Nación colombiana y en actividades prohibidas en su territorio por la máxima autoridad judicial, para encontrar la similitud con el proceso de “internacionalización de PDVSA”
Noticia en curso al momento de escribir estas líneas: derrotada en el Consejo de Estado la ponencia de revocar la prohibición de utilización del “fracking”, establecida anteriormente por esa máxima instancia jurídica:
DERROTAN PONENCIA QUE PROPONÍA REVOCAR SUSPENSIÓN DEL ‘FRACKING’
10 septiembre, 2019
Ante la Sala Plena de la Sección Tercera del Consejo de Estado fue derrotada la ponencia que proponía dar vía libre al ejercicio del fracking, mientras se define si su reglamentación es legal o no.4
Y la respuesta de Ecopetrol, en la misma fecha, y con la misma soberbia de la meritocracia criolla, fue la de quienes saben que tienen la sartén por el mango y que es cuestión de tiempo para torcerle el brazo a los ignaros juececillos que se atreven a desafiar la excelencia técnica y de negocios de los gerentes petroleros:
Ecopetrol anuncia que seguirá preparándose para el fracking, pese a fallo del Consejo de Estado
La petrolera estatal inicia la próxima semana los trabajos de fracking en Texas, Estados Unido 5
Ecopetrol ya inició operaciones de no convencionales en Estados Unidos
martes, 10 de septiembre de 2019
Ecopetrol sumará a los libros de la empresa 160 millones de barriles de crudo con operación en Permian, explicó Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.6
En otras palabras, llueva truene o relampaguee en los predios de las instancias judiciales encargadas de vigilar la legalidad y pertinencia de proyectos que por su magnitud comportan riesgos para el interés de la Nación colombiana, Ecopetrol ejecutará su expansión internacional.
De paso, me llama poderosamente la atención la referencia beisbolera, del mismo tenor de las de Rodríguez Eraso y Quirós Corradi en los 80, cuyas consecuencias padece nuestro país:
Ecopetrol entra a las grandes ligas del ‘fracking’ 7
Y a estas alturas del cuento, aparte de una advertencia solidaria al vecino, ¿por qué nos debe importar tanto esta reláfica colombiana?
Pues porque ésta es una alerta para que no sigamos repitiendo la historia desastrosa de nuestra dirigencia política y petrolera, -de cualquier signo ideológico, por cierto- que se deja deslumbrar por el sueño de una renta que ya no existe y que cuando existía despilfarramos en negocios faraónicos e irreales como esos de las mayores reservas petroleras del mundo, los ocho millones de barriles diarios y las 37 refinerías: La historia de “la cuarta empresa petrolera internacional, lamentablemente inserta en un país que quiere mantenerse en el tercer mundo”
Y también porque esa historia que ahora repiten los colombianos cuenta con la asesoría de los mismos meritócratas venezolanos, y en particular de uno que, utilizando su experiencia previa como Director de Planificación de PDVSA y Gerente de Interven8, condujera a la ruina a la empresa petrolera privada colombiana “Pacífic Rubiales”, donde fungía como CEO, y que, mientras hacía su faena, recibió el premio al “Ejecutivo Emprendedor del Año”9
En esto siguió los pasos de su antiguo jefe y socio, Luis Giusti, quien también ejercitó sus capacidades gerenciales privadas en el Banco de Antigua, teniendo como resultado la quiebra del mismo, pero que antes, como Presidente de PDVSA fue merecedor del premio “Petroleum Executive of The Year”, acordado por la revista Petroleum Intelligence Weekly en 1998, como el más destacado líder de la industria petrolera a nivel mundial en ese año, “fully representative of the views of the industry”, precisamente el año en el cual los precios del petróleo se hundieron por debajo de 10 dólares, como consecuencia de las políticas aperturistas y volumétricas que llevaron a PDVSA a violar los compromisos adquiridos por Venezuela en la OPEP en casi un millón de barriles diarios, lo cual resultó en pérdidas, estimadas desde ese momento y hasta 1999, en unos 90 mil millones de dólares para el conjunto de los países miembros de la Organización. Pero que, en contrapartida, y de allí el premio, significaron ahorros sustanciales para los principales países consumidores de petróleo y, sobre todo, mayores ganancias para las corporaciones petroleras internacionales… con la excepción de PDVSA, desde luego.
Pues bien, los accionistas de Pacific Rubiales buscan hoy, infructuosamente, resarcirse de las pérdidas que el “estilo gerencial internacionalizador y meritocrático” venezolano les ocasionó.10
No es ocioso recordar, como seguramente saben los directivos de Ecopetrol, que en Colombia también se encuentra Humberto Calderón Berti, el Ministro petrolero venezolano que dirigió la compra ruinosa de la mitad de una refinería en Alemania, la primera de las 17 ya referidas.
Pero todo lo anterior no es solamente un merecido pase de factura por la deuda impagable de estos señores con el país, sino también una parte de las advertencias que vengo haciendo en mis trabajos recientes sobre el resurgir de las viejas fórmulas aperturistas, revestidas hoy como novedosas soluciones a la profunda crisis que vive la Nación.
Se trata de destacar, por vía del absurdo, la urgente necesidad un estudio detenido de las perspectivas del mercado y las reales posibilidades de desarrollo de nuestros recursos petroleros para el beneficio de la Nación entera.
Urgencia determinada, a mi angustiosa manera de ver, por la persistencia ciega y unánime, entre tirios y troyanos del espectro político venezolano, de las visiones expansionistas.
Sus disputas se contraen a demostrar que sus antagónicas propuestas son las pertinentes para elevar los niveles de producción petrolera venezolana a los soñados 5, 7 u 8 millones de barriles diarios para 2025, 2040 y más allá.
Persistencia trágica, cuando consideramos que esos proyectos se formulan en momentos en los cuales la demanda mundial de hidrocarburos líquidos en primera instancia, y gaseosos a la postre, está marcando un camino de crecimientos cada día menores, hasta alcanzar, en un lapso de pocos años, una “meseta”, a partir de la cual, en otro lapso limitado, comenzaría una lenta pero definitiva caída.
Estas constataciones se producen casi diariamente, como las que se registran el día de hoy:
El suministro de crudo de lutitas estadounidense alcanzará un máximo de aproximadamente 14.5 millones de barriles por día (bpd) alrededor de 2030, según Rystad Energy. 12 de septiembre de 2019, 9:30 a.m. 11
Si la cifra de crecimiento de la demanda de aproximadamente 890,000 bpd se cumple como lo predice la EIA ahora, sería la primera vez desde 2011 que la demanda de petróleo crezca en menos de 1 mb / d.12
Rusia está considerando la idea de que los precios del petróleo pueden ser tan bajos como $ 25 por barril en 2020, dijo el banco central del país en su nuevo pronóstico publicado el lunes, según lo citado por Reuters.
El Banco Central de Rusia registró en su pronóstico macroeconómico que el petróleo podría alcanzar ese mínimo debido a la caída de la demanda de petróleo y productos derivados del petróleo en todo el mundo, así como por el decepcionado crecimiento económico mundial.13
Esas tendencias y lapsos, algunas de ellas contradictorias y en las cuales se confunden cortos y largos plazos, forman parte del escenario de debates en el campo financiero y corporativo contemporáneo, y sus circunstancias han encendido las alarmas de los accionistas de las grandes y pequeñas empresas petroleras y gasíferas, nacionales e internacionales, dado el riesgo inminente de que parte de sus activos se queden varados, los temidos “stranded assets” generados por la inevitable transición energética, cuyo riesgo se está incorporando, como una variable indispensable a considerar, en los escenarios de los inversionistas en esa área.
De todas las grandes petroleras, Exxon Mobil tiene el mayor riesgo de activos varados en un mundo con bajas emisiones de carbono, con más del 90% del gasto potencial 2019-2030 en nuevos proyectos fuera de la ruta hacia 1.6˚C. Le siguen Shell (70%), Total (67%), Chevron (60%), BP (57%) y Eni (55%).
Carbon Tracker estima que las compañías de petróleo y gas gastarían $ 6.5 trillones para 2030 en nueva producción en un mundo de 2.7˚C (Escenario de nuevas políticas de la AIE), pero la inversión en proyectos que encajan en un mundo de 1.6˚C asciende a $ 4.3 trillones. Los proyectos de mayor costo corren el riesgo de quedar varados.14
Ese riesgo debe ser ponderado, por peores razones, por los planificadores petroleros venezolanos, dado el carácter extrapesado y de alto contenido de azufre de las acumulaciones presentes en la Faja del Orinoco y la condición declinante de nuestras reservas convencionales. Circunstancias ambas que prefiguran altos costos y limitadas posibilidades de acceso a un mercado que se hace cada día más estrecho, como lo registra el siguiente y final gráfico.
cmp, 13 de septiembre de 2019
https://www.rigzone.com/news/oxy_and_ecopetrol_pair_up_in_the_permian-01-aug-2019-159465-article/
2 C. Mendoza Pottellá, “El Poder Petrolero y la Economía Venezolana”, CDCH UCV, Caracas 1995, págs. 211-240
3 Ibid
4 http://www.consejodeestado.gov.co/
5 https://twitter.com/lafm/status/1171569406561968129?_
8 Ente coordinador de los negocios internacionales de PDVSA como casa matriz de los cientos de filiales LLC, Inc., BV, AG y otras figuras corporativas, en Delaware, Islas Caimán, Panamá, Holanda, Dundee, Curazao, Saint Croix, Gelsenkirchen, Lemont, Saint Paul, etc.
12 https://oilprice.com/Energy/Energy-General/Russia-Considers-Possibility-Of-25-Oil-Next-Year.html
13 https://oilprice.com/Energy/Energy-General/Russia-Considers-Possibility-Of-25-Oil-Next-Year.html
14 https://www.carbontracker.org/oil-and-gas-companies-approve-50-billion-of-major-projects-that-undermine-climate-targets-and-risk-shareholder-returns/
Economista. Investigador Petrolero. Docente. Blog: http://petroleovenezolano.blogspot.com[email protected] @cmendop