Revista Cine
Director: Tim Burton
Me he dado cuenta que "Ed Wood" es la primera película de Tim Burton que veo, aunque a lo mejor he visto antes su versión de "Charlie y la fábrica de chocolates", la cual siempre he pillado por la tele y jamás he visto, me parece, en su totalidad de manera íntegra o de un solo tirón, simplemente por partes que luego se van juntando en la mente. ¿Eso cuenta? Como sea, lo cierto es que he visto poco y nada de Burton, para qué darle más vueltas al asunto.Me ha gustado "Ed Wood", principalmente por dos cosas: por ser una carta de amor al cine (genial la escena con Orson Welles, aunque dicho encuentro jamás haya tomado lugar en la realidad, pero a quién demonios le importa la realidad), sobre un animoso pero, así dicen, poco talentoso cineasta que suple su falta de medios y calidad (ha quedado catalogado como uno de los peores directores de la historia del cine) con toneladas de entusiasmo, quien logra llevar a cabo sus ideas a través de las más descabelladas y disparatadas maneras, y que no lo hace solo porque ahí tiene su pandilla, su grupo de leales compañeros que parecen estar con él en las buenas y en las malas, y por Martin Landau, cuya interpretación de un decadente y agónico (pero extrañamente feliz) Bela Lugosi es de una belleza y profundidad difícil de describir, dejándolo todo en un papel que a simple vista sólo parece ofrecer un ridículo espectáculo, pero que bajo esa superficie parece esconder ciertos destellos de, ejem, poesía. La película es divertida, está muy bien escrita, cuenta con un amplio abanico de personajes convincentes, incluso de carne y hueso, siempre en el límite mismo del ridículo o el patetismo aunque el tono aparentemente ligero logre que su amargura surta efecto de manera invisible o soterrada, un reparto notoriamente comprometido con el proyecto y con la historia, un director que ama lo que está contando, pero, por sobre todo, un conjunto que exuda pasión por el cine y por esa lunática idea de querer hacer películas cueste lo que cueste, por lo general, no únicamente dinero a raudales. Entrañable, brillante, muy bonita, además, como saben, siento debilidad por estas historias de perdedores contumaces, y aunque las diferencias salten a la vista, ¿es tan loco que Ed Wood se compare con Orson Welles?, ¿quién si no otro le habría dicho lo inútil que es pasarse la vida cumpliendo los sueños de otros desgraciados?, ¿quién si no otro habría entendido esas palabras de forma tan encarnada o descarnada?
Para ver, disfrutar y, por qué no, emocionarse, aunque lo hagamos pecando de ingenuos. Acá nosotros, allá el resto...