Revista Salud y Bienestar

Edad cronológica y edad biológica no son lo mismo

Por Alimentatubienestar @alimentatubiene
Edad cronológica y edad biológica no son lo mismo

Nuestro cumpleaños es ese día del calendario en que, cada vez que llega, sumamos una nueva unidad a nuestra edad. Así es como llevamos la cuenta de los años que tenemos, utilizando el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol como un gran reloj que nos permite saber el tiempo transcurrido desde nuestro nacimiento.

Así, nuestra edad cronológica coincide con el número de vueltas que nuestro planeta, y nosotros con él, hemos dado alrededor del Sol desde que estamos vivos.

Sin embargo, nuestra edad biológica (o fisiológica) no tiene porqué coincidir con nuestra edad cronológica.

Desde el mismo momento en que venimos al mundo, nuestro cuerpo está en una constante transformación. En realidad, tan pronto nacemos, comienza el proceso de envejecimiento el cual no se detendrá hasta nuestra muerte.

Pero este proceso tiene una evolución muy desigual, pudiendo ralentizarse o acelerarse según circunstancias genéticas y ambientales. Incluso en un mismo individuo, diferentes aspectos de su fisiología pueden sufrir un distinto grado de envejecimiento en un momento dado.

Todos y cada uno de los sistemas orgánicos pasan por un proceso de crecimiento y maduración primero y de envejecimiento después, a un ritmo que puede variar notablemente entre ellos y entre distintas personas.

Así es como surge el concepto de edad biológica, que se definiría como la edad que se corresponde con el estado funcional de nuestros órganos y sistemas al compararlos con patrones estándar de envejecimiento para una edad determinada. Es, por tanto, un concepto fisiológico.

Edad cronológica y edad biológica no son lo mismo

¿Cómo se mide la edad biológica?

Medir la edad biológica, al contrario que la cronológica, no es sencillo y se suelen utilizar determinadas pistas para realizar una valoración aproximada.

Se han buscado y aún se buscan biomarcadores de diverso tipo que permitan correlacionar su presencia con la edad biológica. Así por ejemplo, se sabe desde hace tiempo que los telómeros, nombre que reciben las secciones de los cromosomas situadas en sus extremos, se acortan en cada reproducción celular y que, la presencia de un grupo de proteínas pueden dar una pista de la magnitud de este acortamiento. Pero se trata sólo de una pista de uno de los factores implicados.

También se ha correlacionado la edad biológica con la aparición de determinados signos y patrones en nuestro rostro y parece que se trata de una buena aproximación, aunque de momento está en estudio y debe cogerse con cierto escepticismo.

Una forma más sencilla de tener una idea aproximada es utilizar esta calculadora online de edad biológica. Está creada por investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Para utilizarla necesitarás conocer tus pulsaciones en reposo y la medida de la circunferencia de tu cintura, además de tu edad, peso y alguna otra información adicional referente a la actividad física que realizas. Eso sí, está en inglés, aunque es muy fácil de seguir.

Esta otra calculadora de edad biológica toma en cuenta otros aspectos adicionales; está en español y aplica cálculos estadísticos para ofrecer un resultado aproximado, donde podrás ver incluso cuál es tu esperanza de vida.

En todo caso, conviene recordar que son aproximaciones y que nuestra edad biológica puede ser notablemente diferente para los distintos sistemas y órganos que integran nuestro cuerpo: podemos tener un envidiable sistema cardiovascular pero las articulaciones de un anciano, debido a excesos en carreras de largas distancias, por ejemplo.

Edad cronológica y edad biológica no son lo mismo

¿Qué factores afectan la edad biológica?

De manera nada sorprendente hay cuatro factores fundamentales:

  1. Genética. Poco podemos hacer aquí.
  2. Alimentación. Si lees habitualmente este blog sabrás que es sumamente importante en el mantenimiento de nuestra salud.
  3. Ejercicio físico. Mucho más importante de lo que pudieras creer.
  4. Ansiedad y estrés. Cuando se mantienen en el tiempo pueden provocar alteraciones fisiológicas importantes.

Y tú, ¿te animas a realizar alguno de los test para medir la edad biológica que proponemos? Seguro que te motivarán a mantener un estilo de vida sano y cuidar tu cuerpo como lo que es: la única verdadera pertenencia que nos acompaña desde que nacemos hasta el día de nuestra muerte y de cuyo buen estado depende en buena medida nuestra capacidad de disfrutar de todo lo que la vida es capaz de ofrecernos.

Imágenes Caras de mujer envejeciendo, Evolución en la edad de la mujer y Evolución en la edad de hombre de Shutterstock


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