Eddie Redmayne: las pecas forasteras de Hollywood

Eddie Redmayne se ha convertido en un veterano en muy poco tiempo. Más bien se ha convertido en un veterano gracias a la ‘Teoría del todo’. Y es que Stephen Hawking le ha hecho consagrarse en el mundo del cine. Bien merecido es el Oscar a Mejor Actor que se ha agenciado en la 87 edición de los premios.

Aunque tiene 33 años es el espejo de la eterna juventud. Su aspecto es el de un chaval destartalado que sin embargo guarda una elegancia clandestina. Pelirrojo. Pelirrojo hasta las cejas y con pecas… Un chico muy peculiar del cual no olvidará su cara, ni tampoco la huella que deja en sus actuaciones.

No obstante, si se echa un vistazo a su currículo, verá que está bastante vacío. Hojas y hojas en blanco. Su experiencia se centra en el teatro. ‘La teoría del todo’ es la única superproducción en la que ha participado, cosa que no le ha impedido enamorarnos a todos. En la televisión también ha hecho sus pinitos, sobre todo en series inglesas, ya que procede de Londres.

Entre sus apariciones más destacadas está la que hizo bajo las órdenes de Ken Follet en la miniserie ‘Los pilares de la Tierra’ (2010), donde interpreta a Jack Jackson. En 2012 actuó en la película musical ‘Los miserables’, interpretando a Marius Pontmercy. El resto han sido papeles pequeños. Insignificantes.

Eso sí, una cosa está clara, este londinense se ha ganado que a partir de ahora no le deje de sonar el teléfono. Le van a venir buenas facturas… que te llamen desde Hollywood no es moco de pavo.

Papel estelar en ‘La teoría del todo’

Eddie Redmayne le arrebató el 22 de febrero de 2015 el Oscar a Mejor Actor Protagonista por su actuación en ‘La teoría del todo’ a Michael Keaton, uno de los principales favoritos de la noche por su papel en ‘Birdman’.

‘La teoría del todo’, como es sabido, es el ‘biopic’ de Stephen Hawking, el prestigioso físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico que padece una enfermedad degenerativa. La ELA, también conocida como esclerosis lateral amiotrófica, es una dolencia que va paralizando el cuerpo poco a poco hasta convertirlo en un vegetal. El cerebro no cambia, pero sí la forma de comunicar los pensamientos, ya que se pierde hasta la capacidad de hablar.

Para meterse en la piel de Hawking, Redmayne tuvo que estudiar cómo afectaba y qué síntomas tenía este trastorno. Trató durante mucho tiempo con enfermos para imitar sus movimientos y así conseguir un efecto lo más natural posible. El resultado final fue que consiguió meterse en el papel, nada fácil, de una manera magistral. El propio Stephen Hawking le felicitó por su actuación cuando pudo verse “a sí mismo en la pantalla”.

Hay una cosa que está clara, le seguiremos viendo en la gran pantalla, esperemos que en producciones que siempre merezca la pena ver.

WRITTEN BY

Maria Marquez Calatrava

Periodista, actualmente redactora en El Economista. En el pasado ha trabajado en otros medios, principalmente deportivos, como MARCA o Palco Deportivo.