Llevaba varios días gritándome ¡ Andaluz, andaluz!. Creía que se le había vuelto a ir la pinza de la edad, porque aunque adoptado en Almería ya sabéis por mi pedigrí y nacimiento que soy madrileño, pero tras registrar su imaginación maginense, comprendí al fin que quería una salida románica.
Andaluz está a media distancia entre Osma y Almazán, al lado del Duero que aprovecha un portillo natural. La repoblación mozárabe de andaluces le confirió su nombre. Alfonso VI " por mí, por mis fijos e por mis nietos", le dio Fuero en Burgos en abril de 1089.
Su templo de San Martín, hoy de San Miguel, es el primer monumento románico soriano aunque sin su primitivo ábside y muros, de los que restan los originales del muro norte de la nave, del sur con portalada y la galería meridional.
La portalada, con arquivoltas de medio punto abilletadas, soguedas y gruesos baquetones sobre jambas sobre capiteles iguales de dos a dos.
Las enjutas se decoran en sillares con un grifo a la derecha y leones sobre su presa en la izquierda.
Bajo el león una inscripción en los sillares : "IN NOMINE NRI JHUPI IN HONOR EX MICAEL ARCANGELI ERA MEC QUINCUAGEN A II SUPRIANIS ME FECIT". O sea que un tal Cipriano la hizo en 1152. No se por qué tanto lío y en latín.
¡ Como el burro amarrao en la puerta de una discoteca!.
Rosetas de doce pétalos, palmetas, hojas de vid, figurillas humanas que mi mascota intentaba explicar, con nulo éxito y gesto de incredulidad.
Ahora ya podéis imaginar la vida de perro que tuve que aguantar con este andaluz.
Mongui ha muerto y me deja desolado. Compañero, aventurero románico y vital desde hace doce años, se marcha al Edén y me deja un profundo vacío. Con el recorrí todo el románico hispano y extranjero. Manuel Gila (Almería)