Ermita de Nuestra Señora | Bascúes
En las estribaciones de la Sierra de Guara, entre Sieso y Casbas, a través de un camino escondido junto al río de las Hoyas, llegamos a un paraje donde había existido un pueblo medieval que fue arrasado por la peste en 1625: Bascués.
¡Hombre, que aunque uno sea un perro, tiene su dignidad!. Un buen día (si es que con esta cosa hubo alguno bueno) del mes de Junio de 2010 se "marcó" un rollo intelectual sobre la iconografía cristiana en tiempos del paleocristianismo y el uso de su criptografía mística o literomancia como a él le gustaba decir para impresionarme. Me estuvo pegando la paliza mientras giraba una hogaza de pan para intentar explicarme lo que decía se llama Crismón y su significado simbólico de la X y la P dentro de un circulo seccionado en el centro por una línea vertical a modo de cruz con la combinación de esas letras griegas y la S latina diciéndome que era un mensaje cristológico velado, cuando lo único que a mi me importaba es que no me dejara a dos velas y me diera ya un trozo de aquel pan con algo que se pegara al riñón como un trocito de jamón de Jabugo, por ejemplo.
Y erre que erre. Que si en los siglos XII y XIII se convierte en la preferida enseña eclesiástica, que si un lema plástico de fuerte contenido.... Y a todo esto con el pan cogido, dándole vueltas y sin desmigar. Así que ante tanta culta estulticia le propuse un trato que consistía en que a cambio de que se callara y me diera de comer, yo le enseñaría uno de esos crismones raros y "torcío", a cuya proposición sabía que no era capaz de resistirse.
Lo llevé a las estribaciones de la Sierra de Guara, entre Sieso y Casbas, a través de un camino escondido junto al río de las Hoyas, a un paraje donde había existido un pueblo medieval que fue arrasado por la peste en 1625: Bascués.
Allí en lo alto se yergue una pequeña ermita románica del siglo XII consagrada a Nuestra Señora que, con planta rectangular y ábside ortodoxo semicircular de sillarejo, aparece cubierta con tejado cónico de teja árabe.
De única nave con tres tramos, su cubierta es de medio cañón y cabecera separada en sus dos tramos por arcos fajones.
El ábside completamente liso, sin moldura ni adornos, está presidido por un solo vano de doble derrame.
Al muro norte, entre contrafuertes y a la altura del primer tramo de la nave, una puerta con arco dovelado de medio punto.
Y en el muro sur, a los pies del templo, la puerta principal de entrada con tres arquivoltas.
Y luego..., el motivo de mi propuesta y apuesta: Un pedazo de crismón trinitario del siglo XII con cuidada caligrafía en sus letras pero... "torcío". A ver, que aunque ya sabía yo que era una defectuosa recolocación, eso no se lo iba a contar!.
No sabe perder. Agarró un cabreo mayúsculo y me dejó tirao por los trigales.