Revista Insólito

Edén en Bercedo

Publicado el 12 enero 2021 por Monpalentina @FFroi
Edén en Bercedo

Aquel verano de 2009 cuando me propusieron hacer "cabriolas", me barrunté que me adjudicaban también el papel de perrillo circense. El puerto de El Cabrio es la entrada natural por el Valle de Mena, vaguada situada entre las estribaciones septentrionales de los Monte de la Peña por el sur y las meridionales de los Montes de Ordunte por el Norte. Descendiendo en altura y a punto de vomitar en cada curva, el primer pueblo que nos apareció fue Bercedo, antigua encrucijada viaria de la calzada romana que desde Briviesca y Herrera de Pisuerga accedía al puerto cántabro de Castro Urdiales, ramal del camino jacobeo utilizado en tiempos revueltos de razzias inseguras y, según mi descerebrada mascota humana, entrada de la influencia irlandesa en el románico hispánico.

De toponimia tal vez céltica, este pueblo burgalés de la Merindad de Montija aparece por primera vez mencionado en una escritura de dudosa fiabilidad del año 1007 cuando el Monasterio de Taranco de los Santos Emeterio y Celedonio dona al de San Millán de la Cogolla el cenobio "in Berezedo, media villa". Su templo del siglo XII tremenda y frecuentemente modificado en la reiteradas restauraciones, está dedicado al Arcángel Miguel y es de planta de salón, con una sola nave que remata en ábside semicircular, edificado con orientación ortodoxa en sillarejo y mampostería al que cubre una bóveda de medio cañón apuntado en sus tres tramos que separan correspondientes arcos fajones doblados.

De difícil acceso a su interior, no cabe más remedio que intentar "asaltar la reja" y en eso mi mascota, como buen rociero, tenía experiencia.

Edén en Bercedo

En los muros oeste y sur se abren sendas portadas, pero la más interesante es la meriodional por la temática de dos de sus tres arquivoltas.

Edén en Bercedo

Acurrucada entre un anticuerpo de sillería y protegida por tejaroz de cornisa sobre canecillos, un guardapolvos externo de hojas apalmetadas y tallos dan paso a las tres arquivoltas que apean en jambas y columnas sobre podio y rematadas por capiteles. Las arquivoltas interna y externa con decoración figurada.

En la externa, San Pedro y San Pablo con sus llaves y libro como atributos.

Edén en Bercedo

En la interior, grifo, aves espaldadas, águila cazando a la libre y un sireno tocando música.

Edén en Bercedo

Y hasta un centauro sagitario, alumno de prácticas de la academia de tiro con arco.

Edén en Bercedo

contra un precioso y original basilisco.

Edén en Bercedo

Tampoco falta la representación del pecador cautivo de sus vicios con argolla de cadenas. Y es que como yo bien le dije a éste, el tabaco y el güisqui atan mucho.

Edén en Bercedo

El vano exterior oriental es de curioso rasgado rodeado por arco adornado con tres máscaras monstruosas. Su conservación también da miedo.

Edén en Bercedo

Mientras que el vano occidental es de arco apuntado con aves y un pequeño tímpano que alberga al caballero.

Edén en Bercedo

En el mismo pórtico se conserva una impresionante pila bautismal gallonada con bolas y rosetas.

Edén en Bercedo

Adosado al lado noroccidental de la nave, allá por los primero años del siglo XX le incorporaron un campanario de torre cuadrada y tres pisos que poco aporta cuando belleza quita.

Edén en Bercedo

Pues qué queréis que os diga. A mi todo aquello me sonaba haberlo visto ya en Almendres y en Soto de Bureba.

Edén en Bercedo


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas