Edén en Bierge

Gran GuĂ­a de Templos RomĂĄnicos 

Templo de San Fructuoso | Bierge

Levantando sobre las ruinas de una mezquita ĂĄrabe, este templo Somontanés oscense de San Fructuoso de Bierge enclavado en pleno Parque Natural de la Sierra y CaĂąones de Guara, es una sencilla construcciĂłn del siglo XIII.

Jopé!, me hicieron enseĂąar mi carné de jubilado, el de SaludyromĂĄnico y hasta la matrĂ­cula en el curso de doctorando en RomĂĄnico desde el Edén para, al final, acabar pagando la entrada y prohibiendo fotografiar esas pinturas murales de estilo lineal y propias de la transiciĂłn del romĂĄnico al gĂłtico donde se sustituyen fĂłrmulas hieratizantes por formas planas que engalanan su frontal y que era el motivo de mi visita.  
Levantando sobre las ruinas de una mezquita ĂĄrabe, este templo Somontanés oscense de San Fructuoso de Bierge enclavado en pleno Parque Natural de la Sierra y CaĂąones de Guara, es una sencilla construcciĂłn del siglo XIII que presenta nave Ăşnica de planta rectangular, dividida en cuatro tramos separados por arcos de diafragma apuntados, y cabecera plana.
Los muros, de sillerĂ­a bien escuadrada, se levantan sobre un zĂłcalo perimetral, y rematan con un alero doble sobre una hilera de tacos. La techumbre es de teja ĂĄrabe a dos aguas. En el muro sur se sitĂşa la portada en arco de medio punto doblado con dos arquivoltas de secciĂłn cuadrada y protegida por un grueso guardapolvo.

Lo mĂĄs interesante de la ermita es el conjunto de pinturas murales realizadas en dos fases sucesivas durante la segunda mitad del siglo XIII. La primera fase, de estilo mĂĄs arcaico, se asigna a un pintor anĂłnimo conocido como Primer Maestro de Bierge. A su mano pertenece la CrucifixiĂłn sin rostro con Longinos y Estéfanon provistos de lanza e hisopo y MarĂ­a y Juan, afligidos por las esquinas,

Y en la zona central del ĂĄbside, escenas de la pasiĂłn y muerte de San Fructuoso, San Augurio y San Eulogio ardiendo en llamas y trasladando sus restos en barca mortuoria.

En torno a 1285-1300 trabaja el Segundo Maestro siguiendo el gĂłtico lineal. En el muro Norte, bajo la banda decorativa horizontal que divide el frontal, el Segundo Maestro reproduce escenas de San NicolĂĄs de Bari anillo en dedo y rodeado de diĂĄconos y milagro pĂłstumo. Se representan escenas de la vida de San NicolĂĄs, iniciando la historia en la parte inferior de la cabecera y continuando en la nave en un gran panel compuesto por diez escenas en cuatro registros superpuestos

Una disposiciĂłn similar rige la narraciĂłn de la vida de San Juan en el muro Sur. Por Ăşltimo, en el arco triunfal hay dos ĂĄngeles con trompetas. Y a la derecha del ventanal, San Juan Evangelista yendo a la peluquerĂ­a y ponerse guapo antes del martirio.

Una desafortunada gestiĂłn en el proceso de restauraciĂłn emprendida en los aĂąos 1949-1995 hizo que el conjunto se fragmentara y sus pinturas murales estén hoy en diversos museos y colecciones particulares. Actualmente en la ermita sĂłlo queda, trasladada a lienzo, las pinturas del muro de cierre de la cabecera. En 1949, el obispado encargĂł el levantamiento de los frescos y su traslado a lienzo para ser restaurados, iniciĂĄndose un proceso de desmantelamiento y dispersiĂłn del conjunto. Las del testero se llevaron al Museo Diocesano de Huesca y el resto se vendiĂł para pagar la restauraciĂłn. El propio restaurador cobrĂł parte de sus honorarios con un fragmento de pintura mural. Las pinturas del muro Norte, dedicadas a san NicolĂĄs de Bari, las adquiriĂł el MNAC en cuyas instalaciones se exponen en un solo lienzo. El ciclo de san Juan se dividiĂł en mĂşltiples fragmentos: cuatro estĂĄn localizados en museos americanos y canadienses.Pues ¡ menos mal que no te dejan que las fotografĂ­es, porque de lo contrario éstos hasta las roban!.  Y, ademĂĄs, sin "regomello" alguno pues, al fin y al cabo, son reproducciones en lienzo y las originales ya las "robĂł y vendiĂł" el propio obispado.