GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
Abadía de Saint Pierre y Saint Paul
La Nostalgia era otro de "los puntazos" que adornaban aquel carácter deleznable de mi mascota humana. Así que en cuanto barruntaba algún lugar histórico románico que hubiese pertenecido a su país, ahí que me arrastraba. Eso me ocurrió en cuanto tuvo noticia de que en la zona del País de Aude el pueblo cátaro de Caunes-Minervois había sido posesión del condado barcelonés de la familia Trencavel me llevó a mirar, cuando a mi, perrito de mi tiempo, aquello me importaba un pimiento.
Fundada por el Abad Anian en el año 780, la abadía de San Pedro y San Pablo se benefició de donaciones y privilegios al recibir posesiones confiscadas a los cátaros y construida merced a la proximidad de sus afamadas canteras de mármol rojo hoy visitables con el nombre de las Canteras del Rey por haber sido empleadas en el Palacio de Versalles.
La puerta románica de entrada se cubre con ojivas bombeadas y tres curvaturas
que asientan en capiteles decorados con escenas de la masacre de los Santos Inocentes,
la Anunciación.
y la Natividad.
Su cabecera, de gran sobriedad, es la más antigua del Languedoc.
La torre, adosada al muro Norte, de cuatro cuerpos de los que los tres superiores presentan vanos dobles en todos sus vientos estando cubiertos actualmente por aparejos protectores.
La nave central se reconstruyó en el siglo XIV, con bóveda remodelada en 1770, a la que adosó un claustro, por lo que faltos de interés nos dispusimos a tomar el aperitivillo.