Templo de Sant Vicenç y Puente romano
El pequeño pueblo de montaña de Esterri d´Aneu se sitúa en la comarca leridana del Pallars Sobirá, en el centro del valle, al margen derecho del río Noguera.
Las primeras noticias que se tienen de esta población es en el Acta de Consagración de la Seu d´Urgell del año 839, cuando se construyen las primeras casas a los pies de la montaña y bajo dominio de su castillo.
Ninguna o muy pocas referencias encontraréis en las guías románicas al uso de su templo de Sant Vicenç ubicado en el centro del núcleo urbano. Ello se debe a que el actual es de nueva construcción y el antiguo lugar estuvo ocupado por un colegio y capilla de la congregación agustina hasta fin de la primera mitad del siglo XVII en que marcharon y se construyó el nuevo templo. No obstante, como en muros y fachada se pueden encontrar restos de la antigua edificación y una original pila románica, allá que me tocó ir para no dejarlos con el reconcome de no ver todo lo que huela a románico.
Apeada no en columna sino en dos basas independientes y acopladas
la superior se adorna con cuatro titanes que desde su respectiva esquina, hacen el esfuerzo de sostener durante tantos siglos la pila románica apoyando, graciosamente, sus piececitos en la basa inferior
sirviendo de soporte a un magnífico ejemplar de pila bautismal que aparece adornado en la parte superior y media por una cenefa de sogueado como si quisiera comprimir apretadas figuras geométricas lineales que figuran las aguas de la redención sobre las que flota el símbolo de la cruz.
Sólo por contemplar este magnífico objeto románico merece la pena hacerse tropecientos kilómetros, pero si además cruzas el puente romano para pasear por sus calles...
te puede alegrar el día. Y más en uno como hoy, dedicado a los Enamorados y mi madrina cumple años. ¡ Felicidades!.