Templo de San Bartolomé
Después de tanto peregrinar en mi vida mortal, llegué a entender que en esto del románico ocurre como al árbitro del partido de fútbol, o sea que hay tridivisión de opiniones: unos se acuerdan de ti, otros de tu padre y otros de tu madre, pues el templo del Serrablo aragonés de San Bartolomé para unos es plenamente románico de 1050 , para otros mozárabe del siglo X y, para mi, ¡ vaya usted a saber, que yo no estaba allí!.
Construido en piedra sillar de tamaño breve y a maza, es de planta rectangular.

Puerta de acceso sin decoración alguna.

Torre cuadrada adosada al muro meridional con decoración única. De planta cuadrangular, se cubre con bóveda esquifada y al exterior con dos vertientes, adyacente e independiente

Cubierta por tejaroz, un tejaroz con friso de baquetones.

Bajo el cordón, ventanas ajimizadas de tres arcos de herradura, ventanas con impostas con rosetas a cada lado.

Planta cuadrada y ventanas triforas con vanos divididos en tres huecos por columnitas.

a la que se accede desde el interior de la nave por puerta con jambas y arco de medio punto

Interior sobrio. Cubierta de madera.

Piso inédito.


Entorno y soledad conmovedoras que éstos no dudaron en combatir

haciendo meditación tibetana




