Revista Insólito

Edén en Grado, Segovia

Publicado el 04 julio 2023 por Monpalentina @FFroi

GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS

Templo de San Pedro

Edén en Grado, Segovia


Desde el siglo XIII, y siempre con su inmutable advocación a San Pedro, existió en esta pequeña localidad del noreste segoviano que confluye con Soria y Guadalajara y que en 1136 se la conocía como Aguisejo, un templo románico singular, poco conocido y estudiado que hoy conocemos como el de Grado desde que en 1149 Alfonso VII así le llamó y, más tarde, sus mil doscientos metros de altitud le concedieron el apellido del Pico. Perteneciente hoy al partido de Riaza, en 1353 tenía un curato y dos beneficiarios que estaban adscritos al arciprestazgo de Ayllón.

Su muro meridional está abierto y te saluda con los colores de piedra soriana y segoviana cargadas de sangre viva y sonora. El de poniente, cerrado, sirve de base a la torre con canecillos. El del norte alberga estructura recta del que vomita un pequeño ábside. Y la fachada sur: gran galería porticada con atrio de entrada sobre escalones con tres arcos a cada lado.

Edén en Grado, Segovia


Dan paso a la portada con moldura lisa y decorada con veinticuatro cabecitas que recuerdan a Pecharromán.

Es el pórtico el único elemento del templo actual que descubre una primitiva construcción románica. Aunque cegada, la galería conserva gran parte de su primitiva estructura amplia y cerrada que limitaba la arquería a dos grupos de tres arcos cada una, separada entre sí por una puerta. Los ábacos de los capiteles, con decoración floral, al parecer su único recurso natural, pues recorren la galería a modo de imposta. Sorprende en un primer momento que la arquivolta de acceso al pórtico muestre una decoración de cabeza de monstruos similares a la de la iglesia de Pecharromán y, por tanto, una correlación similar con el Taller de Fuentidueña. Parece evidente que las distancias geográficas no condicionan la itinerancia de talleres.

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Diez capiteles:
El primero por occidente es un capitel de simple decoración geométrica, con un rayado vertical.

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Le sigue un capitel con presencia vegetal: racimos de uvas entre pámpanos y sarmientos.

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Interesante representación zoomórfica con figuras del bestiario medieval: de un rostro demoniaco central, salen serpientes y tallos que abrazan las colas de sendas arpías que se representan en los lados.

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Grandes hojas de acantos rematadas en valientes volutas superiores.

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En la puerta de entrada, dos capiteles escoltan el acceso. Sin duda, los mejores de la iglesia. El primero, occidental, es una representación de la Epifanía. En ella aparece la adoración de los Reyes Magos a Jesús infante, proponiéndonos una "proskynesis" o "beso del pie del Niño". Un gran capitel que recuerda el mismo tema de Biota y el Frago y que a su vez se inspira en el Liber de Infantia Salvatoris del siglo IX y que dicen que su fórmula ya utilizó Alejandro Magno para rendirle pleitesía los reyes extranjeros de los territorios conquistados: " Nada más entrar han saludado al Niño y han caído en tierra sobre sus rostros, después cada uno va besando por separado las plantas del Infante" .

Edén en Grado, Segovia


El capitel oriental de la puerta de acceso es el mejor tallado y el más espectacular de todos: una pareja de grifos se enfrentan entre sí. Reitera la afinidad con el taller de Fuentidueña, apuntando su realización por el mismo artífice que el de los capiteles de las columnas del interior de la nave de Cozuelos. Representa una pareja de grifos cuyos detalles responden con exactitud al modelo de la iglesia de San Miguel.

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El primer capitel del intercolumnio oriental es de un esquematismo sorprendente, representa hojas grandes muy rayadas, con leves volutas superiores. El siguiente muestra también un tallo fino rematado en fruta, y del que salen dos hojas delicadamente talladas a ambos lados.

Edén en Grado, Segovia


Con tres figuras enigmáticas, este capitel guarda su secreto porque aún permanecen otras figuras que le completan bajo el tapial viejo. De izquierda a derecha aparecen un ser monstruoso con el cuerpo cubierto de burdas escamas; una joven que exhibe en su mano izquierda una planta que podría ser una flor de lis, o un crótalo festivo: un individuo noble bien trajeada con una flor o fruto en su mano derecho,

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y la cabeza atravesada por una flecha o puñal. Vuelve a repetirse la escena de la relación verdugo-víctima con el matiz de que si en Cozuelos la flecha disparada por el centauro a la sirena aparece clavada en la mejilla, en esta de Grado, el personaje es alcanzado en la cabeza, atravesándola.

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Interior ampliado y afectado por reformas del siglo XI

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con coro a los pies

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conserva pila tallada donde las ondas marinas se rompen en la copa.

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Pila benditera con cruz esculpida.

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y hasta escalera de caracol.

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Pero lo insólito es la suerte que tuvo esta mascota mía que pudo acceder a la sacristía y conocer lo velado a la mayoría: el interior de la galería cegada y sus capiteles difícilmente fotografiados

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donde aparecen soldados

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y tres ángeles con un sepulcro en que reposa un cadáver. momento evangélico de la muerte y entierro de Cristo antes de su Resurrección.

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Al final, me tiró la "pildorita" en forma de lauda incrustada. No le di importancia hasta comprobar en el diccionario de Google que significaba el aprecio que por mí sentía:

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