GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
Monasterio de Santa María
Perdido en un ignoto valle a los pies de la majestuosa sierra navarrica de Andía, me llevaron a conocer este monasterio cisterciense, lugar y remanso de espiritualidad, el verano de 2011.Ya en el siglo XI existía documentado en el lugar un templo benedictino bajo la advocación de San Adrián que, desaparecido, fue aprovechado en 1176 para construir este actual monasterio, fruto de la donación hecha por el obispo de Pamplona, Pedro de París o Artajona, a su hermano, monje bernardo francés de Curia Dei borgoñesa, prolongándose su construcción hasta finales del siglo XIII bajo el reinado de Sancho el Fuerte, su hermana Constanza y los Teobaldos. Desamortizado en 1835, la Institución Príncipe de Navarra lo recupera y restaura en 1942 para entregarlo, tres años después, a la Orden Teatina.
De su primera época del Císter queda en pie el templo, la Sala capitular y la galería septentrional. El templo con planta de tres naves, crucero y cabecera recta que separan arcos apuntados sobre robustos pilares y medias columnas adosadas a los pilares y ménsulas.

Bóveda de ojivas con crucería simple.

Capiteles con motivos vegetales esquemáticos, según regla del Císter.


Claves de bóveda historiadas con un Agnus cornamentado

Personaje con grandes orejas


Óculo impresionante,

centrada por una chimenea soportada por cuatro potentes arcos apuntados que cubre bóveda de crucería apoyada en ménsulas de modillones.
