GRAN GU�A TEMPLOS ROM�NICOS
JARAMILLO DE LA FUENTE
Templo de la AsunciĂłn
¡Vaya lĂo, vaya alboroto, parezco el perro piloto! Noviembre de 2011 y arrastrado a burgos por esta infernal panda, me encuentro en Jaramillo de la Fuente, localidad que aparece citada como Savarello en 982, cuando el presbĂtero Diego, que profesaba en San Pedro de Arlanza, entregaba sus bienes a la misma abadĂa benedictina; Exaramello en 1037, cuando Rodrigo Téllez donaba sus posesiones al mismo monasterio; Saramel de Fonte en 1119, fecha en que la reina Urraca reconocĂa a Arlanza la posesiĂłn de la villa de Jaramillo a trueque de la de Gutmar y Xaramillo de la Fuent en 1217. La propiedad de la villa por el cenobio arlantino aparece refrendada a mediados del siglo XIV por el Libro Becerro de las BehetrĂas, donde se dice que Xaramiel de la Fuente es lugar “del monesterio de Sant Pedro de Arlança”.
El templo parroquial de Jaramillo de la Fuente es una de las joyas del romĂĄnico burgalés. AdemĂĄs del ĂĄbside y la torre, el principal elemento del templo es su elegante galerĂa porticada con siete arcos que recuerda estrechamente a la vista en el templo soriano de San Pedro de Caracena.
El templo se levanta en las afueras del pueblo y muy cerca del cauce del rĂo Jaramillo. Sus tres elementos mĂĄs reseĂąables desde el punto de vista del arte romĂĄnico son el ĂĄbside, la torre y la galerĂa porticada. El ĂĄbside es semicircular, remata la Ăşnica nave de la iglesia, se cubre con bĂłvedas de caùón y horno, y, tanto al interior como al exterior, luce una de las mĂĄs delicadas y finas decoraciones del romĂĄnico de la Escuela de la Sierra.
La torre es de planta cuadrada y estĂĄ dividida en tres cuerpos, el inferior tiene un aire macizo y cerrado, mientras que los dos superiores, mĂĄs esbeltos, aparecen decorados por grandes arcadas de medio punto.
La galerĂa porticada es el componente mĂĄs llamativo del templo de Jaramillo de la Fuente.
Los monstruos y animales fantĂĄsticos de los primeros maestros se mezclan en su decoraciĂłn con los acantos y otros motivos vegetales presentes en el claustro superior del monasterio burgalés. El pĂłrtico protege una portada de medio punto adornada con cuatro grandes capiteles de factura anterior a los de la galerĂa.
Estos pĂłrticos romĂĄnicos que se concentran en el perĂmetro de la Sierra de la Demanda tendrĂan razĂłn de ser por el riguroso clima invernal y que en ellos se reunĂan los concejos de los pueblos, aunque para esta pandilla de desalmados, tienen otros fines y usos.
Enla iglesia de Jaramillo de la Fuente se pueden rastrear dos épocas y estilos bastante marcados. El primero, asimilable a la llamada Escuela de la Sierra, se podrĂa fechar en los Ăşltimos aĂąos del siglo XI y primeros de la siguiente centuria y se corresponderĂa con el ĂĄbside, la nave y la portada abierta en su muro meridional. Al segundo, cercano al muro silense, pertenecen la torre y la galerĂa porticada.
Curiosos capiteles la ornamentan: personaje con rizos y animal monstruoso,
mujeres cabalgando dromedario
En su interior se conserva, ademĂĄs del retablo mayor barroco, un notable calvario gĂłtico de finales del siglo XIII, la pila bautismal romĂĄnica y una cruz renacentista realizada por el platero Bernardino de NĂĄpoles a comienzos del siglo XVI.
LitĂşrgicamente orientado y construido con excelente sillerĂa local, de atractivo tono rojizo y certero trabajo de estereotomĂa, es un edificio de nave Ăşnica y distribuciĂłn caracterĂstica, con cabecera rematada por ĂĄbside semicircular, torre-campanario a los pies y galerĂa porticada meridional. El ĂĄbside posee un zĂłcalo abocelado inferior y una triple imposta baquetonada que corre a lo largo de todo el tercio inferior del tambor, prolongĂĄndose hacia el presbiterio rectangular. El hemiciclo presenta tres paĂąos pautados por dos semicolumnas coronadas por ingenuos capiteles de acantos y piĂąas –lado de evangelio– y un personajillo devorado por leones.
Y sirena provocativa
Vano con imposta descansando en capiteles de grifos y arpĂas.
El interior del hemiciclo absidal estĂĄ cubierto con bĂłveda de horno y el tramo del presbiterio con medio caùón. El arco triunfal, doblado y de medio punto, apoya sobre rudos capiteles de gruesos collarinos y tacos en el ĂĄbaco que van ornados con un clérigo portando un cĂĄliz asistido por acĂłlitos en una cesta provista de secas piĂąas angulares.
El alero absidal baqueteado estĂĄ sostenido por una excelente serie de canecillos de tosca factura aunque no exentos de eterno encanto.
Entre las piezas se aprecia un osezno, un personajillo antropomorfo, un rudo acanto, una mĂĄscara, un personaje itifĂĄlico
Los canecillos se alojan también en el alero del tramo presbiteral; hacia el norte vemos un barrilillo sujeto por cinchas sogueadas y la testa de un caprino.
La portada de acceso al templo es de medio punto y se abre en el muro meridional,
Pila bautismal de remate con cenefa y arcos de medio punto sobre columnas,
puso punto final a una jornada agotadora.