GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
MONTSÉGURFRANCIA
Castillo cátaro
En más de cinco años llevo lanzando mis ladridos al viento para haceros partícipes del abuso y maltrato animal de los que fui objeto en mi vida mortal por esta mascota humana que me tocó en la tómbola del destino. Hoy tendréis la prueba fehaciente de mis quejas.
Imagínate un día cualquiera del mes de julio de 2013 en que te desembarcan en una explanada, a reventar de coches y autocares, presidida por un monte en forma de terrón de azúcar a mil doscientos metros de altitud.
Claro, lo primero que imaginas es que, al fin, éste monstruo ha comprado un corazón artificial o trasplantado y se ha vuelto tan cariñoso que ha decidido regalarte un viaje a Sao Paulo.
Y es en ese preciso instante cuando te das cuenta que no hay ni Cristo con brazos abiertos ni funicular. Y ya entonces la cosa se empieza a torcer, porque estás en el castillo cátaro francés de Montségur, ése que dicen las leyendas que lo construyeron los hijos de Gerión arrojando piedras.
Ni funicular ni transporting. ¡ A pelo 1200 metros!. Me consolaba este impostor diciendo que era una caricia, una suerte, acariciar las piedras del sendero cátaro original.
Que era un privilegiado por poder contemplar los cultivos del valle del Aude y el pueblo que tantas leyendas y misterio tejió.
Confieso que a veces me sentí desfallecer. Subir aquellos escalones pétreos que doblaban mi tamaño no era cosa fácil. Hubiese preferido despeñarme.
Al fin logré llegar. Es un castillo carente de almenas y de acogida a la población, pero aun así conserva su tipología militar con poterrna, gran patio y escalera de acceso a las murallas.
Dicen que en los solsticios, al amanecer, los rayos de sol traspasan las aspilleras.
El castillo de Montségur , es sin duda el lugar más representativo que existe en la ruta de los cátaros, debido en parte al su trágico final, y la definitiva decadencia de la herejía cátara.
A la bajada lamenté haber perdido el mechero, porque si no, le hubiese quemado vivo en el “Prado de los Quemados”, al pie mismo del castillo de Montségur , donde tras la capitulación de los cátaros de Montségur, a los diez meses de asedio que sufrió por parte de los cruzados, en este prado, se alzó una gran pira con troncos de madera y piedras, donde tanto los Perfectos como muchos de sus seguidores fueron quemados vivos, en una cantidad que pasaron de doscientas personas, todos a un mismo tiempo.
En este “Prado de los Quemados” en el año 1960, fue erigida una estela al estilo de la Edad Media, y junto al sendero que conduce al castillo de Montségur , rematada por una cruz patada, bajo la cual hay esculpida una cruz tricúspide, y bajo esta una inscripción de dedicada a los quemados del castillo de Montségur .