Edgar quiere ver a los Reyes

Edgar Serodio, un niño ourensano de 4 años que padece atrofia muscular espinal, ha vuelto a poner cara a la dura realidad de quienes, como él, están atados a una silla de ruedas. Pese a los anuncios de los políticos o la pertenencia a redes de ciudades accesibles, como es el caso de Ourense, el día a día se empeña en demostrar que los proyectos de movilidad terminan muchas veces en la foto oficial. El deseo de sus padres de que el pequeño pueda ver a los Reyes Magos con un mínimo de comodidad ha dejado en evidencia esa realidad. Su madre envió un escrito al regidor socialista Agustín Fernández hace casi dos meses para pedirle que hiciese accesible la cabalgata, habilitando algún lugar donde la silla de ruedas no acabase tragada por la multitud. «Lo que más me molesta es que ni se dignó a contestarnos; nos ignoró hasta que lo colgamos en la página de Edgar en Facebook», apunta esta madre coraje dispuesta a librar cada batalla que se le presenta para que su hijo tenga una vida lo más normalizada posible.
A su petición a través de las redes sociales ya se han unido diecisiete mil firmas y el BNG emitió un comunicado afeando la actitud del gobierno local. «Entonces nos contestó, a través de un mensaje en Facebook, diciendo que estaban intentado ponerse en contacto con nosotros y que sentía que tuviéramos que haber llegado a estos extremos; que esperaba vernos en la cabalgata o en cualquier otro sitio», resume la madre. «Desde luego no pienso permitir que ese día se fotografíen con mi hijo para ganar votos, cuando la ciudad es de todo menos accesible», advierte.Y es que Marina y su esposo Pablo ya han librado otras guerras con la institución municipal: para que su hijo pudiese meterse en la piscina pública con un flotador -en la normativa estaba prohibido-; y para que colocasen columpios accesibles en algún parque.«Lo de las piscinas tiene guasa porque para usar el baño de minusválidos de Oira o subes 19 escalones o tienes que hacer medio kilómetro de rodeo», recuerda. En cuanto al parque, «después de año y medio de acudir cada dos por tres al Ayuntamiento, colocaron tres columpios pero todos en nuestro barrio en vez de repartirlos por la ciudad, porque niños en sillas de ruedas hay en todo Ourense», lamenta.Los padres de Edgar no piden solo para su hijo. Tampoco se limitan a la cabalgata. «Hay muchos niños que andan con muletas o en silla de ruedas y que deberían tener un lugar reservado para un momento tan especial como la cabalgata. A nosotros nos da igual donde lo fijen y no pedimos nada costoso: una zona acotada con una cinta y alguien que controle que entren solo los que tienen esos problemas es suficiente», señalan.Ajeno al debate suscitado, Edgar vive la espera con la ilusión propia de su edad. «Este año les he pedido papel para recortar y un perrito, pero no de verdad, porque no lo puedo cuidar; de juguete pero que ladre y camine», aclara cuando se le pregunta.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2013/12/17/edgar-quiere-ver-reyes/0003_201312S17P68993.htm
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