Edge Computing permite colocar los recursos de TI para IA y análisis avanzado lo más cerca posible de los datos, pero impone una conectividad que requiere adaptar las arquitecturas.
El uso moderno de las aplicaciones en línea ahora requiere cada vez más una disponibilidad sólida, velocidad de ejecución en tiempo real y fácil acceso, desde cualquier medio y en cualquier lugar. Ya sea en una clínica móvil ubicada en el corazón de la montañay donde sea necesario capturar y compartir datos de salud vitales, o en una plataforma de petróleo o gas quienes deben analizar datos críticos de sensores ubicados en mar abierto, cualquier latencia o lentitud en la conexión a internet podría tener consecuencias catastróficas.
Uno de los principales desafíos para cumplir con estos requisitos es, por lo tanto, la red. De hecho, grandes partes del mundo aún carecen de un acceso confiable a Internet, lo que significa que las aplicaciones que dependen de la conectividad no se pueden operar en estas regiones.
Pero ciertas innovaciones en este campo permiten reducir estas carencias, incluso en las llamadas áreas blancas (todavía quedaban más de 2.000 áreas por cubrir en Francia en 2022 según Arcep), estos territorios no cubiertos por una red móvil. .
Mover datos al borde de la nube
Una arquitectura de computación en la nube asume que el almacenamiento y procesamiento de datos está alojado en la nube. En esta representación, los servicios de la aplicación y la base de datos se alojan y ejecutan en la nube, a los que se accede desde los dispositivos a través de llamadas REST. La arquitectura de la nube se basa en el acceso a Internet para que las aplicaciones funcionen correctamente. Si la red se ralentiza o se interrumpe, estas se ralentizarán o se detendrán.
Las arquitecturas de TI perimetrales promueven el procesamiento de datos en el perímetro, cerca de las aplicaciones. Estos últimos son por lo tanto más rápidos, porque los datos no tienen que viajar a la nube. También son más fiables, con un procesamiento de datos local que les permite trabajar incluso sin Internet. Así, una arquitectura de borde permite capturar, almacenar y procesar los datos donde están, proporcionando disponibilidad y velocidad. También sincroniza datos de manera segura y eficiente en todo el ecosistema de aplicaciones, siempre que la conectividad lo permita, para garantizar una consistencia óptima.
Garantía de disponibilidad en un enfoque eco-responsable
La infraestructura informática y de procesamiento de datos en el borde de la red (periferia, borde), como en la camioneta de la clínica emergente o en la plataforma petrolera, será clave para reducir la dependencia de los centros de datos distantes. Elegir un desarrollo responsable se trata cada vez más de diseñar y desarrollar aplicaciones que seguirán funcionando, incluso cuando la conexión a la red se interrumpa o no esté disponible. Este enfoque permite utilizar el potencial de la conectividad de la manera más eficiente posible cuando está disponible.
Una arquitectura de borde puede reducir la latencia hasta en un 90 % en comparación con una arquitectura en la nube, ahorrando ancho de banda gracias a un volumen de datos transferidos reducido en casi un 30%. El uso de edge computing permite a las empresas respaldar sus esfuerzos de responsabilidad ecológica, utilizando la energía más cercana y en menor medida.
Un tratamiento de datos más eficiente y rápido ofrece también a las organizaciones de todos los sectores (transporte, industria o sanidad) la posibilidad de aprovechar al máximo las nuevas tecnologías (realidad virtual, máquinas inteligentes) o incluso predecir mejor sus necesidades y las de sus usuarios finales, a través de análisis de datos en tiempo real.
Avanzar
En los últimos dos años, han proliferado las tecnologías de próxima generación diseñadas para hacer que las aplicaciones estén disponibles para más usuarios y en más lugares. Estos avances están facilitando que las empresas adopten arquitecturas de borde para garantizar la velocidad, la disponibilidad y el uso eficiente del ancho de banda para las aplicaciones, especialmente aquellas que operan en ubicaciones remotas y áreas blancas.
Una arquitectura perimetral aún requiere cuatro componentes fundamentales del sistema: un entorno informático en la nube, un entorno informático perimetral, una red que conecte la nube y el perímetro, y una base de datos que se sincronice entre la nube y el perímetro.
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Par Hervé OliniSoluciones Ingeniería Sur de Europa chez Base de sofá
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